Montero dejó en Andalucía 27.658 muertos sin recibir la ayuda a la dependencia en solo tres años
El PSOE critica que ahora mueren 5.000 personas al año esperado ayudas, un 50% menos que cuando el socialismo gobernaba
Montero recortó un 8% del gasto sanitario y despidió a cerca de 8.000 profesionales durante su etapa como consejera

Un total de 27.658 personas fallecieron en Andalucía entre 2016 y 2018 sin recibir la ayuda a la dependencia a la que tenían derecho. Casi 30.000 fallecimientos que se produjeron mientras los afectados esperaban fuera de plazo la tramitación de su grado o la resolución del Plan Individualizado de Atención (PIA). Ante tal barbaridad, cuando Juanma Moreno llegó a la Junta de Andalucia, impulsó un plan de choque inicial dotado con 77 millones de euros. El objetivo: acabar con las listas de espera del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Y lo cierto es que, aunque poco a poco, la evolución es palpable. Sin ir más lejos, izquierda radical y socialistas acusaban recientemente al Servicio Andaluz de Salud (SAS) de dejar morir a unas 5.000 personas esperando las ayudas. Una cifra que, aunque sigue siendo muy elevada, se ha reducido a la mitad desde que el PSOE dejó de corromper Andalucía.
La Junta de Andalucía de Juanma Moreno cargó contra «la inacción, la falta de control y evaluación y el despilfarro» del anterior Gobierno andaluz, presidido por Susana Díaz, al que acusó de «ocultar a 35.000 dependientes» y de provocar una situación que calificó como una «vergüenza». «Vamos a rebelarnos ante tanta injusticia y pasar a la acción», sentenciaban desde el Ejecutivo andaluz cuando vieron el desastre perpetrado por el socialismo en Andalucía.
Inversión record
Lo que realmente sorprende es que sea el PSOE de Andalucía el que acuse al PP de destrozar la sanidad pública andaluza. Una mentira mil veces repetida por el partido más corrupto de la historia de la comunidad, que sin embargo es muy fácil de desmontar con datos.
La Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias de la Junta de Andalucía ejecuta ya el acuerdo marco -con un importe «máximo» de 533 millones a cuatro años vista- por el que mediante conciertos con clínicas privadas «seguir reduciendo las listas de espera». Se trata, ha remarcado la Consejería, de «una medida complementaria para garantizar la continuidad de la atención sanitaria especializada».
El 86% de estas intervenciones se realizan en los hospitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), mientras que «sólo el 14% se afrontan mediante la fórmula de concierto». Igualmente, han subrayado que, «en Andalucía, el presupuesto actualmente destinado a conciertos representa apenas el 3% del presupuesto sanitario total, lo que supone la cifra más baja en conciertos al menos desde 2014, etapa socialista, cuando se destinó más del 5% a conciertos».
El acuerdo marco, con un valor estimado máximo de 533 millones en cuatro años, «no implica un gasto inmediato sino un techo presupuestario». Cada contrato basado se formalizará «según las necesidades reales» de cada provincia, con criterios «objetivos» y de concurrencia competitiva para garantizar así la «eficiencia en el uso de recursos públicos».
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) aseguraba en septiembre que, a fecha de junio de 2025, había 20.319 pacientes menos pendientes de una operación con garantía y una reducción de 42 días en la demora media, que se sitúa en 108 días. Las cifras, remarcaban entonces la Junta, reflejan una «evolución positiva» desde la puesta en marcha del Plan de Garantía Sanitaria para la lista de espera quirúrgica en enero de 2024 y del plan específico para consultas externas en enero de 2025.
Montero destrozó la sanidad
María Jesús Montero, actual ministra de Hacienda y secretaria general del PSOE-A, recortó un 8% del gasto sanitario y despidió a cerca de 8.000 profesionales durante su etapa como consejera de Salud en Andalucía, entre abril de 2009 y septiembre de 2013. Su gestión al frente del SAS dejó una sanidad debilitada que agravó la crisis posterior y desató fuertes movilizaciones sociales.
Y es que María Jesús Montero es la máxima responsable del deterioro de la sanidad pública en Andalucía. La actual vicepresidenta del Gobierno ostentó los siguientes cargos: Consejera de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía (2012-2015), Consejera de Salud de la Junta de Andalucía (2004-2012) y Viceconsejera de Salud de la Junta de Andalucía (2002-2004).
Pues bien, según la Cámara de Cuentas de Andalucía, entre 2011 y 2013 el Servicio Andaluz de Salud perdió 7.773 trabajadores: 1.286 médicos, 1.919 enfermeros, 1.609 administrativos, 700 celadores, 73 fisioterapeutas, 63 matronas y 1.266 auxiliares de enfermería. Además, el gasto sanitario experimentó una reducción del 7,26%. Este drástico recorte en personal y presupuesto coincidió con el aumento de la precariedad laboral, con más de 8.500 eventuales mensuales y un repunte del 800% en contratos por acumulación de tareas.