La madrileñofobia de la izquierda andaluza

¿Y la madrileñofobia de la izquierda andaluza?: Madrid da a las comunidades el 24% de lo que recauda

Teresa Rodríguez Selectividad
Teresa Rodríguez.
Borja Jiménez

La izquierda radical andaluza que lideran Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía), Toni Valero (IU Andalucía) y Martina Velarde (Podemos Andalucía) han basado buena parte de sus campañas electorales en cargar contra el «centralismo» de la Comunidad de Madrid. El victimismo es el santo y seña de estas formaciones, que no dudan en acusar a Madrid y a los madrileños de prácticamente todos los males andaluces. Una madrileñofobia basada en la sinrazón que se viene abajo con datos que estos partidos ocultan a los suyos. Entre ellos, la realidad de la financiación autonómica pasa porque Andalucía recibió en 2021 casi 5.000 millones de euros frente a los 6.313 millones que ha entregado Madrid a las comunidades, un 24% de los impuestos que recauda.

Y es que este domingo la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha cuantificado la solidaridad en la financiación de las comunidades autónomas. En un estudio sobre los datos de la liquidación definitiva de 2021 revela que Andalucía tuvo un saldo positivo de 4.934 millones exactamente, procedentes de recursos del Estado y de otras comunidades autónomas y se convirtió en la comunidad que más recursos recibió en términos absolutos.

Esos casi 5.000 millones ayudaron a completar sus ingresos tributarios, que fueron de 18.523 millones, por lo que sus recursos totales por cuenta del sistema de financiación autonómica sumaron 23.187 millones en ese ejercicio 2021.

Andalucía es la región que recibe el mayor volumen de transferencias, aunque proporcionalmente es Canarias la mayor receptora de compararse los trasvases que recibe medido en términos relativos sobre sus ingresos tributarios.

Los 4.934 millones de saldo positivo para Andalucía suponen un 27% de sus ingresos tributarios, esos 18.253 millones en 2021, mientras que en el caso de Canarias, la segunda región en términos absolutos con 3.683 millones que completan su financiación, éstos suponen un 110% sobre sus ingresos tributarios, es decir, duplicarlos, ya que fueron 3.345 millones, de manera que su financiación total fue de 7.028 millones.

El trabajo de Fedea se titula ‘La liquidación de 2021 del sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común’ (fedea.net). El cuadro que arroja el trabajo de Fedea, pone de manifiesto que hay tres comunidades contribuyentes, por cuanto presentan saldos negativos en su financiación, que son los casos de la Comunidad de Madrid (-6.313 millones, un 24% de los impuestos que recauda), Cataluña (-2.168 millones, un 8,6% de sus recursos) y Baleares (-334 millones, un 7,7% de su recaudación fiscal), mientras que el resto de regiones reciben recursos de solidaridad que ayudan a redondear su cesta de ingresos tributarios.

Fedea explica que el sistema de financiación autonómica «aporta a las comunidades de menor renta recursos extra, por encima de sus ingresos tributarios, por un importe de casi 20.000 millones de euros», de los cuales más de la mitad provienen del Estado, «que aporta casi 11.000 millones de euros» y la cantidad restante llega de «las comunidades con mayor renta per cápita (Madrid, Cataluña y Baleares), que aportan otros casi 9.000 millones».

El podio de las comunidades receptoras de recursos de otras administraciones lo completa Galicia, que tuvo un saldo positivo de 2.468 millones, el 39,4% de sus recursos tributarios (8.727 millones), aunque los 1.579 millones de euros de saldo positivo para Extremadura supusieron el 76% de sus ingresos fiscales (2.075).

El trabajo de Fedea explica estos datos que analiza para argumentar que «el sistema de financiación regional genera importantes flujos netos de recursos entre el Estado y las comunidades autónomas y de éstas entre sí que tienden a igualar la financiación por habitante ajustado de los distintos territorios».

Esta fundación compara los ingresos homogéneos brutos de las comunidades autónomas por tributos cedidos, «antes de ejercer su capacidad normativa para subir o bajar tipos» de los impuestos, con «la financiación efectiva final a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal».

«La diferencia entre estas dos magnitudes… generan flujos de nivelación que pueden ser positivos (si una región recibe finalmente más de lo que ingresa en primera instancia por tributos cedidos) o negativos si la comunidad es aportante neta a la nivelación regional», prosigue explicando.

Financiación

La financiación de una comunidad es fruto de los tributos que cede el Estado, con gestión y recaudación (Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados/Sucesiones y Donaciones/Patrimonio/Determinados Medios de Transporte/Tributos sobre el Juego/Impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos); y de los que cede la recaudación total o parcial (50% del IRPF; 50% del IVA; 58% de los impuestos especiales de fabricación: Cerveza, Alcohol, Hidrocarburos y Labores del Tabaco) y el 100% de la recaudación líquida del Impuesto sobre la electricidad.

Además de la cesta de impuestos cedidos, existe el Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales (que busca asegurar la financiación por habitante ajustado para los servicios públicos), el Fondo de Suficiencia Global (que completa la suma de los ingresos por impuestos y los recursos del Fondo de Garantía) y los Fondos de Convergencia Autonómica, divididos a su vez en Fondo de Competitividad y Fondo de Cooperación.

Junto a estos recursos las comunidades también cuentan con tributos propios, que en el caso de Andalucía son sobre emisiones de gases a la atmosfera; vertidos a las aguas litorales; canon de mejora; impuesto sobre bolsas de plástico de un solo uso.

Andalucía, debajo de la media

Con todo, el trabajo de Fedea ratifica que ese 2021 la financiación de Andalucía per cápita por habitante ajustado estuvo por debajo de la media nacional y fue una de las cuatro comunidades que compartieron esa situación.

Si la media nacional fue de 100, el índice de financiación definitiva a competencias homogéneas por habitante ajustado de Andalucía fue de un 94,3%, 5,7 puntos por debajo de la media.

Según los cálculos aportados por este informe, la financiación per cápita de Andalucía en 2021 fue de 2.780 euros, 149 euros inferior a la media nacional, situada en 2.929 euros.

Fedea incluye en la misma situación que Andalucía a otras tres comunidades autónomas. Murcia lidera esa brecha de financiación sobre la media nacional por cuanto su índice de financiación por habitante ajustado fue de un de 90,8%, mientras que la Comunidad Valenciana lo tenía en el 92,1% y Castilla-La Mancha presentó un 95%.

Respecto al año anterior, 2020, el índice de financiación definitiva a competencias homogéneas por habitante ajustado cayó en 1,5 puntos en Murcia; bajó en un punto en la Comunidad Valenciana; subió dos décimas en Andalucía y descendió un punto en Castilla-La Mancha.

Por encima de la media se sitúan Cantabria (115,3); Baleares (114,6); La Rioja (112,7); Extremadura (110,9); Canarias (107,1); Castilla y León (106,3); Asturias (103,1); Madrid (102,1); Cataluña (101,7); Aragón (101,6) y Galicia (101,3).

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