El «inasumible» precio de la luz obliga al cese de actividad de varias fábricas de cemento en Andalucía

Fábrica de cemento de Málaga.
Fábrica de cemento de Málaga.

La fábrica de cemento de Málaga ha decidido parar su horno de fabricación de clinker (constituyente principal del cemento) por los «inasumibles costes de la electricidad que gravan el coste de producción», decisión que se une a la tomada la semana pasada por Cementos Portland en su planta de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).

En el caso de la fábrica de Málaga, perteneciente a FYM-HeidelbergCement Group, el cese de actividad es consecuencia del sistema español de fijación del precio de la electricidad basado en el concepto europeo de «precio marginal». La medida forma parte del plan de contingencia que la compañía venía preparando ante la posibilidad de que la invasión rusa de Ucrania se prolongue y continúe disparando los precios energéticos.

El consejero delegado de FYM-HeidelbergCement Group, Jesús Ortiz, ha señalado que «en estos momentos excepcionales el sistema marginalista es un sistema perverso puesto que hace que el precio de la electricidad basado en el gas, que supone menos del 20% del consumo eléctrico, en la práctica esté contaminando el 100% de la factura eléctrica independientemente de dónde y a qué coste se genera la electricidad».

Ortiz -también vicepresidente de Oficemen, patronal cementera española-, aboga con la patronal cementera y con el conjunto de industrias electro-intensiva españolas por «la desconexión temporal del gas del sistema de fijación del precio marginalista de la electricidad, consiguiendo así un efecto inmediato en el recibo de la luz para todos los consumidores, industriales, pymes, autónomos y familias, sin comprometer estructuralmente el sistema europeo de precio marginal y sin poner en riesgo la unidad del mercado interior europeo».

Como consecuencia de esta situación y hasta comprobar el efecto de los anuncios del Gobierno de Sánchez en el precio real de la electricidad, FYM-HeidelbergCement Group ha decidido ajustar su plan de producción en la fábrica de Málaga parando el horno hasta finales de marzo y reducir considerablemente el volumen de exportaciones mientras garantiza el suministro a los clientes locales.

Por responsabilidad social, la empresa no considera por ahora aplicar otras medidas complementarias como el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) al que tuvo que recurrir en 2020 por la crisis del Covid-19.

Cementos Portland para su fábrica

La pasada semana, Cementos Portland Valderrivas, filial de FCC, apagó todos los hornos de sus siete principales centros de producción en España, entre ellos el de la planta de Alcalá de Guadaíra, debido al alto precio de la electricidad, descontrolado desde hace ya meses y agravado ahora por la guerra en Ucrania.

La compañía tiene, además, fábricas de cemento en Madrid (Morata de Tajuña), Cataluña (Monjos y Vallcarca), Castilla y León (Venta de Baños), Cantabria (Mataporquera) y Navarra (Olazagutía).

Según explican a Europa Press fuentes de CCOO, la empresa ha trasmitido a sus trabajadores su intención de paralizar la actividad hasta que el precio de la electricidad vuelva a bajar de los 200 euros el megavatio hora.

Se trata de una medida temporal para la cual todavía no se ha planteado ningún ERTE para ninguno de sus más de 1.000 empleados. No obstante, las mismas fuentes sindicales señalan que el precio de la energía en España ya no es un problema coyuntural sino estructural, que requiere una «inmediata» respuesta por parte del Gobierno de Sánchez.

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