Guillermo Díaz (Cs): «Cuando una chupipandi lleva un ministerio es España la que hace el ridículo»

El portavoz del comité de refundación de Ciudadanos (Cs) y diputado nacional por Málaga, Guillermo Díaz, ha criticado este lunes el ridículo del Ministerio de Igualdad de Irene Montero en su campaña del Instituto de las Mujeres bajo el lema ‘El verano también es nuestro’, en el que se han empleado imágenes de personas sin su consentimiento, además de adulterar la foto de una de las modelos dibujando una pierna para ocultar su prótesis.

Díaz ha criticado que «no hay nadie que aparezca -en la campaña- que no haya visto sus derechos pisoteados, usurpada su imagen para la propaganda del Ministerio de Irene Montero». «Cuando pones una chupipandi a llevar un ministerio es muy probable que sea toda España la que termine haciendo un ridículo internacional como el que nos está pasando», ha lamentado.

En una rueda de prensa en Málaga, el diputado naranja se ha preguntado quién es «el lumbreras» que ha encargado «el cartelito del Ministerio de Irene Montero, el cartelito de Igualdad», campaña por la que España ha acabado siendo «portada en multitud de medios internacionales por esta usurpación, este uso indebido de imágenes de influencers y de modelos».

«La chupipandi de Irene Montero debería pagar de su bolsillo todas las indemnizaciones que vamos a tener que pagar todos los españoles para reparar los derechos vulnerados de estas personas que aparecen en este cartel tan desgraciado, ocurrente y de una gestión tan nefasta por parte de Irene Montero», ha reclamado.

La corbata y el «sectarismo» de Sánchez

El dirigente de Cs también ha sido cuestionado por el plan de ahorro energético del Gobierno de España y que, a su juicio, «da la espalda a la ciencia y a las nucleares», energía que ha defendido: «Están cometiendo un grave error».

En este sentido, Díaz ha aludido a Europa, «que ha declarado que la nuclear es energía verde» y ha lamentado que el Gobierno de Sánchez «no contempla todas las posibilidades sencillamente por un sesgo ideológico».

«Hay que apostar por las renovables, pero es cierto que no llegamos con éstas. La nuclear es segura, más limpia, y la agenda ideológica no tiene por qué suponer un sacrificio a todos los españoles», ha manifestado el diputado naranja, al tiempo que ha recordado que Alemania está replanteando su postura sobre las nucleares; un gobierno «de los liberales con los verdes», ha subrayado.

A juicio de Díaz, el Gobierno de España debería darle «una pensada»: «A ver si el sectarismo va a hacer que tengamos el aire acondicionado en verano a 27 grados y en invierno la calefacción a 19 grados, y sin explotar todas las posibilidades de la ciencia».

En definitiva, asuntos como éste y la recomendación de Sánchez de quitarse la corbata son «ocurrencias que restan seriedad a un presidente del Gobierno», una persona que, ha remarcado, «no debe estar con los cánones estéticos». Para Díaz, Pedro Sánchez «debería fijarse menos en cómo viste la gente y centrarse más en cómo gestionan sus ministros, que nos tienen haciendo un ridículo internacional absoluto por la forma de Montero y su pandilla de gestionar el Ministerio de Igualdad».

En su intervención, Guillermo Díaz ha ironizado con la «triada magnífica en decisiones y socios escogidos» por parte del Gobierno de España en asuntos «capitales de Estado». «Para la Memoria Democrática, para reescribir la historia reciente hasta 1983, porque el franquismo según el Gobierno dura hasta Felipe González, escoge a Bildu; para defender a los niños de Cataluña, a Esquerra; y para la gestión de la ley de secretos oficiales escoge al PNV», ha afeado.

«Para asuntos capitales del Estado escoge a Otegi, a Rufián y al PNV, escoge a todos aquellos que se quieren cargar el Estado, qué lucidez a la hora de escoger compañeros. Es inadmisible», ha aseverado el dirigente de Cs. «Cada pisoteo más de las cuestiones fundamentales del Estado nos suena hasta familiar y esperable, pero hay que poner pie en pared», ha advertido.

En su comparecencia, Díaz ha reiterado que a su partido le preocupa que Pedro Sánchez vaya a «entregar a los nacionalistas los secretos del Estado pero los españoles seguirán sin conocer sus viajes en Falcon», ya que han sido catalogados «como secreto de Estado, como material sensible».