Caso Faffe

La Faffe intentó tapar el escándalo de los prostíbulos anulando por falso robo la tarjeta ‘black’

Faffe prostíbulos
El ex director de la Faffe, Fernando Villén (d), acompañado de su letrado, a su llegada a la Audiencia de Sevilla (EFE).
David García de Lomana

La Faffe intentó borrar a toda costa el rastro de la tarjeta ‘black’ propiedad del ex director de la entidad, el socialista Fernando Villén, para intentar tapar el escándalo de la docena de juergas y orgías en prostíbulos pagadas con el dinero de los andaluces. Pero la ‘jugada’ no salió bien y el ex alto cargo de la Junta de Manuel Chaves y José Antonio Griñán se enfrenta ahora a seis años de cárcel.

Durante la cuarta sesión del juicio con jurado popular que este pasado lunes arrancaba en la Audiencia de Sevilla -Villén pidió aplazarlo para no interferir en el 28M- ha testificado un trabajador de la Faffe, entonces adjunto a la dirección económica financiera que ostentaba Ana Valls, a quien la juez ha llamado la atención por «evadir» preguntas.

Sobre la mesa, el gasto de 14.737 euros -en 15 pagos- en el prostíbulo Don Ángelo de Sevilla a cargo de la tarjeta de la Faffe de Villén, que en su declaración como acusado reconoció haber visitado clubes de alterne – aunque sólo en «diez ocasiones»- y el «uso indebido» de aquella tarjeta. «Cuando uno está en un local de esos, uno toma copas y eso afecta a las facultades», se justificó.

Aquel dispendio provocó un quebradero de cabeza a Ana Valls, ya que el gasto diario de la tarjeta estaba limitado a 3.000 euros. Cuando Villén le pidió buscar una solución, ella quedó «descuadrada». Finalmente, y según la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Policía Judicial de la Guardia Civil, optaron por anular los 15 pagos desde el datáfono del local y zanjar la deuda en metálico dos días después, cuando el chófer de Villén entregó un sobre con 14.737 euros al responsable del prostíbulo.

Al respecto, en la sala se ha reproducido una grabación de una llamada de teléfono en la que el trabajador adjunto de Ana Valls trata con un operador de la entidad bancaria a la que estaba adscrita la tarjeta de la Faffe. El empleado le plantea darla «de baja» por «pérdida», si bien luego pasa a recalcar que a Villén se la habían «robado». La grabación refleja una serie de diferencias entre el trabajador y el operador telefónico del banco a cuenta de que la tarjeta estuviese asociada al DNI de Villén y no al NIF de la Faffe.

Robo sin denuncia

Curiosamente, la memoria del citado testigo le ha jugado una mala pasada y no ha sido capaz de recordar «quién» le reclamó que hiciese aquella gestión con el banco, como tampoco «ninguna instrucción» respecto a aquella llamada.

«No recuerdo nada del proceso», ha asegurado, defendiendo que únicamente se limitaba a acatar las «instrucciones» de Ana Valls. «Nunca» recibía órdenes directas de Villén y tampoco habló «jamás» con él del asunto de la tarjeta. Asimismo, ha dicho desconocer si ese supuesto robo se denunció ante la Policía, aunque él, desde luego, no lo hizo.

Dada la laguna mental del testigo en este asunto y ante algunas otras preguntas sobre las tarjetas de la Faffe, la juez Mercedes Alaya, presidenta del tribunal e instructora inicial de la macrocausa de los ERE, le ha recordado que no podía «evadir las preguntas» como «parece» que hacía, advirtiéndole expresamente de la posibilidad de deducir testimonio en su contra en caso persistir en su actitud.

Cabe recordar que Villén, que en el año 2008 entró en la Ejecutiva del PSOE andaluz -entonces con Manuel Chaves al frente-, figura también como investigado en otra pieza de esta macrocausa, en este caso por ‘enchufar’ en la Faffe al ex alcalde socialista de Lebrija (Sevilla), Antonio Torres García, y al concejal de Dinamización Cultural y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera (Cádiz), el también socialista Francisco Camas.

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