Las evidencias desmienten a la izquierda: los enganches por marihuana se disparan un 39% en Almería
Endesa ha señalado que hay casos en los que edificios residenciales consumen energía comparable a la de un hospital
En otros países se diferencia entre casos graves y leves y el fraude eléctrico conlleva incluso penas de cárcel, mientras que en España el robo de energía apenas supone una pena de multa
La izquierda lleva años acusando a las compañías eléctricas de descuidar a las zonas más humildes de Almería
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Durante años, la izquierda ha denunciado que los cortes de luz en las zonas más humildes de Almería se deben a la negligencia de las compañías eléctricas y a supuestos abusos en la gestión del suministro. Sin embargo, los últimos datos de Endesa muestran que la verdadera causa son los innumerables enganches ilegales, especialmente asociados a plantaciones de marihuana, que han provocado un incremento del 39% en los casos de fraude eléctrico en 2024.
Según ha informado la compañía, en Almería se detectaron en 2024 más de 3.600 casos de fraude, con las plantaciones de marihuana concentrando el 43% de la energía total defraudada. Durante el pasado año, en colaboración con las fuerzas de seguridad, se desmanteló en promedio más de cuatro plantaciones conectadas ilegalmente a la red cada semana. Estas instalaciones, conocidas como plantaciones indoor, se ubican en edificios, naves, viviendas individuales o pisos, y su manipulación de la red supone un grave riesgo tanto para la seguridad ciudadana como para el correcto funcionamiento del sistema eléctrico.
En las zonas donde se concentran estos cultivos, la demanda de electricidad se dispara a niveles industriales. Endesa ha señalado que hay casos en los que edificios residenciales consumen energía comparable a la de un hospital, y cada uno de estos «invernaderos» demanda un volumen de electricidad equivalente al de unas 80 viviendas de 100 metros cuadrados. Además, la compañía ha identificado a los «grandes consumidores», que abarcan desde industrias a negocios, y que, junto a las plantaciones, representan la mayor parte del fraude detectado, en un contexto de creciente profesionalización del delito.
El fraude eléctrico no sólo afecta económicamente, sino que también genera problemas serios en la red. Las sobrecargas provocadas por estos enganches ilegales han disparado los cortes de suministro, e incluso han causado incendios en centros de transformación de e-distribución debido a la saturación de la red. Los riesgos son aún mayores para la seguridad de quienes realizan estas manipulaciones, ya que pueden desencadenar incendios, electrocuciones y otros incidentes que ponen en peligro vidas.
Endesa, a través de su filial de distribución, ha intensificado el uso de la «última tecnología» y herramientas de inteligencia artificial para combatir el fraude, lo que ha permitido duplicar la tasa de éxito de las inspecciones. La energía recuperada en 2024 superó los 34,4 millones de kWh, un 30% más que en el año anterior, lo que evidencia el impacto económico y operativo de estas prácticas ilícitas.
La situación obliga a replantear el marco penal español, que, según Endesa, es más laxo que el de otros países europeos como Francia, Alemania o Italia, donde el fraude eléctrico puede conllevar penas de cárcel y agravantes por reincidencia. En España, el robo de energía se castiga únicamente con multas, lo que no desincentiva la proliferación de conexiones ilegales.
Además, el personal de e-distribución se ve en la obligación de acudir «encapuchado» y acompañado por la Policía para evitar ser reconocidos, ya que en varias ocasiones han sufrido agresiones durante los operativos para desmantelar estas instalaciones fraudulentas. Tras las redadas, se ha observado que en algunas zonas el consumo eléctrico se desploma y las incidencias se reducen en un 90% de forma temporal, aunque los enganches vuelven a instalarse en cuestión de horas o días.
La digitalización de la red, el despliegue de sensores y la implantación de contadores inteligentes, junto con el uso de técnicas de machine learning y deep learning, están permitiendo detectar comportamientos anómalos y mejorar la lucha contra el fraude. Desde 2016, expertos en data science y big data colaboran con los inspectores de campo de Endesa, realizando casi 32.000 inspecciones el año pasado, muchas de ellas motivadas por denuncias anónimas de ciudadanos, quienes pueden reportar irregularidades a través del correo [email protected], el teléfono 800760220 o mediante el formulario web en la página de e-distribución.
Estos datos demuestran de forma contundente que los cortes de luz en las zonas más vulnerables de Almería no son producto de la mala gestión de las compañías eléctricas, como intenta hacer ver la izquierda, sino de la creciente actividad del fraude eléctrico vinculado a cultivos ilícitos. Las evidencias, lejos de respaldar las acusaciones de la izquierda, subrayan la necesidad de fortalecer el marco penal y de aplicar medidas más rigurosas para combatir los enganches ilegales que ponen en riesgo tanto el suministro eléctrico como la seguridad ciudadana.