Denunciado un vigilante tras desnudar y pegar a dos menas que intentaron fugarse de un albergue de Ceuta

El trabajador ha sido despedido y se le investiga por un presunto delito contra la integridad moral de los menores

Fachada de la sede de los Juzgados de Ceuta (EUROPA PRESS).
Fachada de la sede de los Juzgados de Ceuta (EUROPA PRESS).

El Área de Menores de Ceuta ha denunciado a un vigilante de seguridad del albergue provisional de Piniers por desnudar y golpear, presuntamente, a dos menores extranjeros no acompañados (menas) que habrían intentado fugarse. La Fiscalía de Ceuta ha trasladado las diligencias incoadas al Juzgado de Guardia.

Desde la Administración autonómica han confirmado a Europa Press que la empresa adjudicataria del servicio de vigilancia del albergue ha despedido al trabajador y fuentes judiciales han precisado que se le investiga por un presunto delito contra la integridad moral de los menores, relativo a quien, «abusando de su cargo, y con el fin de obtener una confesión o información de cualquier persona o de castigarla por cualquier hecho que haya cometido o se sospeche que ha cometido, o por cualquier razón basada en algún tipo de discriminación, la sometiere a condiciones o procedimientos que le supongan sufrimientos físicos o mentales».

El citado albergue es uno de los centros de emergencia habilitados por el Gobierno ceutí para alojar a los cerca de mil menas marroquíes llegados a la ciudad autónoma durante la avalancha migratoria del pasado mes de mayo. También se ha acondicionado para tal fin el polideportivo Santa Amelia, dos naves de los polígonos comerciales del Tarajal y los bajos del Centro de Realojo Temporal de La Esperanza.

Pena de prisión e inhabilitación

El Código Penal prevé para este tipo de comportamientos, cuando son cometidos por autoridades o funcionarios de centros de protección o corrección de menores, penas de prisión de dos a seis años si el atentado fuera grave y de uno a tres años de cárcel en caso de que no, así como inhabilitación absoluta de ocho a 12 años.

El presidente de Ceuta, Juan Vivas (PP), ha urgido al Estado a dar solución a la «insostenible» situación de la ciudad con la expulsión de los adultos y la reagrupación familiar en el país vecino de los menores marroquíes que accedieron irregularmente a territorio español entre el 17 y el 19 de mayo.

En la ciudad autónoma aún permanecen cerca de 3.000 inmigrantes ilegales marroquíes, un tercio de ellos menores de edad. Según el Ejecutivo local, su alojamiento y asistencia supone un gasto mensual de tres millones de euros, a razón de mil euros al mes por cada inmigrante.

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