Las brutales amenazas de los okupas que han asaltado un edificio: «¡Si cortáis la luz, garrafa de gasolina!»
Los vecinos de Coria del Río (Sevilla) conviven -por decirlo de alguna manera- con un bloque entero okupado por personas violentas que tienen atemorizado a todo el pueblo. OKDIARIO ha podido grabar uno de los momentos en los que los okupas amenazan a los vecinos tras una llamada a la Policía y un corte de luz: «¡Como se corte, garrafa de gasolina a la general!».
«¡Que no hay huevos! ¡Que no hay huevos! Venga, salid uno a uno. Aquí. Al que quiera del bloque. Uno a uno. Ja ja ja. ¡Chupádmela! Un mal cáncer os caiga», grita uno de los okupas que se han hecho con un edificio entero en el municipio sevillano de Coria del Río.
Los vecinos, hartos, llaman a la Policía e intentar cortar los cables con los que los okupas tienen enganchada la corriente eléctrica: «¡Vamos a volver a poner la luz! ¡Como se corte, garrafa de gasolina a la general! ¡Todo el mundo sin luz! ¡Os vais a quedar solos!».
«¡Aquí no se paga luz, no se paga agua y no se paga nada!», así de claros son los delincuentes que, a las bravas, han conquistado el bloque. Modesto González (Juntos por Andalucía), alcalde de Coria del Río, no hace absolutamente nada ante los distintos problemas que hacen que un pueblo maravilloso y rico en recursos esté anclado en el siglo XX, e incluso en el XIX. Un grupo de okupas se han hecho por la fuerza con todo un edificio en el centro del pueblo que tiene amedrentadas a todas las urbanizaciones colindantes.
José Márquez, coordinador de Vox en Coria del Río, explica a OKDIARIO, a varios metros del polémico edificio «por temas de seguridad», que se trata de un bloque «okupado por personas que tienen amedrentado a la gran mayoría de la urbanizaciones que tenemos alrededor». «Los vecinos tienen un grado de desesperación que no saben si abandonar sus casas o enfrentarse a ellos y que haya una matanza», subraya.
«Sin ir más lejos, la semana pasada hubo una pelea enorme entre los vecinos okupas en la que se sacaron machetes, palos, armas blancas… Y tuvo que actuar la Policía. Aquí no se hace absolutamente nada. Como se hacen todas las cosas en Coria del Río: miran para otro lado. No se le da solución a los vecinos», explica Márquez.
Los vecinos, por seguridad, prefieren no hablar ante las cámaras; mientras que los propios okupas, que por supuesto reconocen serlo, tampoco quieren hacer declaraciones.