Así asesinó a la sevillana Rocío Caíz su exnovio: la descuartizó y repartió su cuerpo por Estepa (Sevilla)

Palos de la Frontera
Imagen de archivo de un guardia civil
Borja Jiménez

Rocío Caíz apenas tenía 17 años, pero ya era madre de un bebé de solo cuatro meses. Llevaba una semana desaparecida, y todos los ojos apuntaban a su pareja, un joven de 23 años de nacionalidad rumana que, tal y como ha reconocido ante los investigadores, ha resultado ser el autor del crimen.

La última persona que vio con vida a Rocío fue un taxista que la llevó desde Martín de la Jara a Estepa, municipio de Sevilla en el que había estado viviendo con su ex pareja, a la postre, su asesino. El conductor admitió ante la Guardia Civil que vio cómo los dos entraban en el inmueble al que Rocío acudió para recoger sus pertenencias.

Era la última vez que alguien vio con vida a la joven Sevillana. A la mañana siguiente, la familia recibía un mensaje a través de redes sociales en el que supuestamente Rocío decía que se marchaba fuera de la provincia con un chico que había conocido. Un mensaje, que la familia nunca se creyó: «Sé que ella no lo ha escrito porque tiene una familia que la quiere y un hijo al que quiere con locura y no tenía pensado irse con nadie ni ha conocido a nadie, ya que me lo hubiera dicho a mí. Una persona que se quiere ir de su casa no se va con lo puesto», decía su hermana.

El ex novio siguió haciendo su papel, e incluso llamó a la familia para decir, con toda la sangre fría, que Rocío se había ido de madrugada de casa y que desconocía su paradero. Unos hechos que le convirtieron en el principal y único sospechoso para los investigadores que seguían el caso.

Los agentes siguieron presionando al joven, convencidos de que era el autor del crimen. Y es que los datos que iban recabando cada vez iban dejando más claro el desenlace. Para empezar, el teléfono móvil de Rocío se encontraba en el inmueble cuando envió los extraños mensajes. Después, se apagó. Sin embargo, la clave de todo fue la compra, por parte del ex novio, de una motosierra por internet.

Finalmente, el joven de origen rumano terminó admitiendo el asesinato, y parte del cuerpo de Rocío fue encontrado en una primera bolsa en Estepa. Descuartizado y a falta de encontrar más partes de los restos. 

La Guardia Civil inició entonces un dispositivo de rastreo para localizar el cuerpo entero, que fue encontrado en varias bolsas repartidas por distintas zonas de la localidad.

Malos tratos

Rocío Caíz había contado a su familia que sufría malos tratos, motivo por el que rompió con su pareja y decidió abandonar el domicilio en el que habían estado viviendo juntos. De hecho, la propia madre llevaba tiempo advirtiendo de que «ella no quería volver a su casa».

La menor nunca denunció, motivo por el que no hay constancia oficial de esta violencia de género. Sea como fuere, Rocío, de apenas 17 años, se ha convertido en la primera víctima de violencia de género de la provincia de Sevilla en lo que llevamos de año.

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