El sueño europeo del Laboral Kutxa naufraga en una prórroga con polémica
Difícil imaginar un final de partido más desafortunado para el Laboral Kutxa. Capaz de hacer lo más difícil en la semifinal de la Final Four ante el Fenerbahçe, al equipo de Velimir Perasovic se le hizo de noche en un último minuto reglamentario para olvidar previo a una prórroga tan polémica como condicionada por la desconexión mental baskonista.
La dificultad en el sueño vitoriano no hizo sino aumentar su dificultad ante el lastre que supuso una mala salida: los nervios de una plantilla primeriza en gran medida en estas lides ante la solvencia del poderoso Fenerbahçe dirigido por el maestro Zeljko Obradovic sembraron el escenario para un 0-13 de salida. Seis minutos y medio tardó Laboral Kutxa en anotar sus primeros puntos, por medio de Adam Hanga.
El batallador Baskonia supo remar contracorriente hasta el punto de llegar al descanso prácticamente igualando el partido, 40-41 para el equipo turco. Fue una tendencia que no hizo sino confirmarse durante la segunda parte. El equipo de Perasovic, con un comportamiento sobresaliente, llegó al último minuto en una gran posición, cuatro puntos por delante y balón en juego.
En este momento, el habitual héroe Darius Adams decidió ofrecer su peor versión, intentando jugar posesiones largas a las que su estilo no está acostumbrado. Perdió un balón en jugada previa a un rápido y limpio triple de Luigi Datome. En el siguiente ataque, Bouroussis –jugando todo el partido con molestias- fue a la línea de tiros libres para anotar sólo uno y dejar que Sloukas anotase luego una rápida bandeja.
En la última posesión Adams trató, sin éxito, de ganar el partido con un postrero triple que se salió tras bailar con el aro. Un airadísimo Obradovic se comió a los árbitros pidiendo una falta de Tillie en la lucha por el rebote y, de paso, desconectando a un Laboral Kutxa que vio la prórroga como el K-2 por la cara complicada.
Y, además, sin sherpas: en una canasta la dureza del Fenerbahçe en la defensa no inspiraba a los árbitros para revisar las jugadas en el instant replay –sólo en el último minuto dispusieron los jueces de esa opción- mientras que en la otra se permitían jugadas como la que el pívot Epke Udoh aprovechó para anotar en un momento clave y con el tiempo ya cumplido.
Con el 77-88 final se puso fin a la espectacular temporada europea del Laboral Kutxa. Fenerbahçe, con el inmortal Zeljko Obradovic al mando, jugará este domingo la final de la Euroliga ante el CSKA de Moscú, que regresa al partido por el título cuatro años después.
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