Sánchez oculta a Transparencia cuánto costó proteger de curiosos la piscina de su ‘palacio’ de Lanzarote
El Portal de Transparencia asegura, en una respuesta por escrito a OKDIARIO, que no existió «ningún coste» en la adaptación que se llevó a cabo en la residencia de La Mareta (Lanzarote) de cara a las vacaciones de Pedro Sánchez. Algo ciertamente incompatible con el hecho de que Patrimonio Nacional, responsable del mantenimiento de las instalaciones, decidió levantar unas pantallas de metacrilato en la zona donde se ubica una de las piscinas para protegerla ante las miradas de los vecinos y curiosos de la zona.
El pasado mes de agosto, Sánchez disfrutó de 21 días de vacaciones. Para su primera parada eligió Lanzarote, donde Patrimonio Nacional tuvo que acondicionar la lujosa residencia de La Mareta para recibir a Pedro Sánchez y a su familia. Una de las modificaciones que se llevaron a cabo fue la instalación de una placa situada en uno de los laterales. Con la colocación se impedía la vista a curiosos o fotógrafos que antes tenían mayor visibilidad desde la calle.
Desde la calle Los Volcanes es posible ver con mucha claridad algunos de los equipamientos de la residencia, tales como el helipuerto o un área donde se ubica una de las piscinas de la casa.
Es en ese punto donde se sustituyó una malla semitranslúcida, que permitía que cualquiera pudiese ver a través, por una serie de paneles opacos que impiden vislumbrar lo que hay tras ellos. Y es que tras esa protección se encuentra una de las piscinas del complejo y las pistas de tenis y baloncesto, deporte favorito del presidente Sánchez. El resto del perímetro de la finca está protegido por muros de piedra y abundante vegetación del tipo endémico de la isla, por lo que es prácticamente impenetrable a curiosos.
El cambio no ha supuesto gasto alguno, tal y como sostiene un informe de Transparencia, desde donde aseguran que “al no tener que hacer ninguna adaptación de la arquitectura para la estancia del presidente” no ha generado un coste. Sin embargo, a no ser que haya sido el propio Sánchez el que haya comprado e instalado el enorme muro, el gasto no ha podido ser cero.
La visita de Pedro Sánchez este año a la residencia de La Mareta, además, conllevó un aumento del 64,4% de la factura de la luz. Frente a los 705,5 euros que se abonaron en el mes de julio, la visita de Sánchez en agosto dejó una factura a pagar de 1.166,98 euros.
La Mareta, una joya arquitectónica en la costa lanzaroteña, fue un regalo del rey Hussein II de Jordania al Rey Juan Carlos I en 1989. Su hijo, el ahora Rey Felipe VI, decidió poner a disposición del Gobierno esta finca para la promoción y la defensa de los intereses turísticos del país. Sin embargo, Sánchez la ha asumido como su residencia vacacional.
Polémicas vacaciones
Sánchez se tomó las vacaciones más largas de su Gobierno. Tras una semana en La Mareta, el presidente viajó a Palma de Mallorca para interrumpir, sólo durante un día, sus vacaciones y reunirse con Felipe VI en el tradicional despacho de verano en el Palacio de Marivent.
Tras estos días en Canarias, Sánchez se desplazó hasta el Palacio de las Marismillas en Doñana (Huelva). Una estancia que fue accidentada, ya que coincidió con el inicio de un brote de fiebre del Nilo, que hizo mella en varias poblaciones sevillanas del margen del rio Guadalquivir, que desemboca muy cerca de donde se encuentra el palacio presidencial de veraneo preferido por los presidentes socialistas. En especial por Sánchez. Para evitar cualquier complicación al presidente o a su familia, Patrimonio Nacional instaló mosquiteras en todo el recinto por un importe superior a los 8.000 euros.
Más obras
Las vacaciones de verano de Sánchez en plena pandemia tampoco le salieron económicas a las arcas del Estado. Su estancia dejó al menos un coste de más de 40.000 euros en Las Marismillas, fruto de la contratación de obras en el cuarto de plancha del palacio (12.923,22 euros) y el acondicionamiento del palomar para actuaciones de seguridad (27.438,72 euros). Aún así, ya supone un ahorro respecto a los 200.000 euros que dedicó el Estado a la residencia andaluza de Sánchez el pasado 2019.
Las Marismillas es una de las propiedades más exclusivas que tiene el catálogo de Patrimonio Nacional, ya que su tamaño y su situación, en pleno paraje natural protegido de Doñana, lo convierte en un activo inmobiliario de incalculable valor. Tiene 11.000 hectáreas y acceso directa a una playa kilométrica.