Un viaje a las Espóradas: las islas secretas de los dioses del Olimpo

Las Espóradas, un archipiélago griego escondido en el Egeo, se destacan por su aislamiento y belleza natural. Este grupo de islas, situado cerca de Atenas y al norte de las  Cícladas, permaneció alejado del turismo masivo durante mucho tiempo. Su nombre, derivado de «esporádico», refleja su carácter disperso y poco convencional. Sin embargo, la fama les llegó en 2008 con el rodaje de la película «Mamma Mía», que no solo vinculó las islas a la popular banda ABBA, sino que también desveló su encanto al mundo. Aunque el aumento del turismo ha traído más visitantes, las Espóradas conservan su magia con paisajes vírgenes y playas escondidas.

Estas islas encapsulan el espíritu del Mediterráneo, con campos de viñedos y olivares, casas blancas y mar azul profundo. Skopelos, conocida por el monasterio de Agios Ioannis, y Alonissos, famosa por su red de senderos y playas como Kalamakia y Milia, destacan por su belleza natural. Skyros, la más auténtica, ofrece una mezcla de templos antiguos y fortalezas venecianas, y es conocida por sus retiros de bienestar. Finalmente, Scíathos, la más visitada, es ideal para familias con sus más de 60 playas, que van desde las salvajes hasta las exclusivas, ganándose el apodo de «la Capri del Egeo».

Espóradas, el refugio secreto del Egeo

El archipiélago de las Espóradas, situado en el Egeo, está compuesto por once islas principales, de las cuales solo Alónnisos, Skiathos, Skópelos y Skyros están habitadas. Este grupo de islas, menos conocidas que las Cícladas o las Jónicas, destaca por su atractivo único y su clima más templado. Las Espóradas están rodeadas de pequeños islotes y poseen una vegetación densa que se extiende hasta las playas de arena dorada, creando un paisaje pintoresco y natural.

Una de las características más destacadas de las Espóradas es el Parque Marino Nacional de Alónnisos, un refugio crucial para especies en peligro como la tortuga caretta, el halcón de Eleonor y la gaviota de Audouin. La recuperación de las colonias de focas monje, que ahora encuentran protección en estas aguas, es un testimonio del éxito de las políticas de conservación en la región.

La isla de Alónnisos, con su paisaje marino impresionante, es conocida por sus grutas y la atmósfera ecológica que la hace sentir aún virgen. Su principal puerto, Patitiri, y la pintoresca villa de Chora, reconstruida después del terremoto de 1965, reflejan la esencia tranquila de la isla.

En contraste, Skiathos es la más animada del archipiélago, con playas como Koukounaries, famosa por su belleza y la playa exclusiva de Lalaria, a la que sólo se puede llegar en barco. Esta isla también es conocida por su vida nocturna vibrante y sus yates, ganándose el apodo de «la Capri del Egeo». Cuenta con una variedad de playas, desde las más tranquilas hasta las más frecuentadas, y sus pintorescas calles y casas blancas añaden encanto a la experiencia.

Skópelos, famosa por su rol en la película Mamma Mía, combina un atractivo paisaje con su rica historia. La isla está cubierta en su mayoría por bosques, y sus viñedos y olivos aprovechan la fertilidad de sus tierras. El urbanismo tradicional y la fortaleza veneciana de Skópelos contribuyen a su encanto, haciendo de la isla un destino popular para quienes buscan tanto belleza natural como historia.

Por último, Skyros, la más meridional del grupo, ofrece una mezcla de tesoros arqueológicos y culturales. Además de sus playas notables como Kalamitsa y Achilli, Skyros es conocida por sus artesanos que crean muebles tallados, cerámica y bordados.

La isla también es famosa por sus caballos enanos únicos y su arquitectura histórica. Tanto el asentamiento de Palamari como el museo arqueológico y folclórico ofrecen una visión de la rica historia de Skyros, que se puede disfrutar durante todo el año.

Historia de Skiathos

Skiathos, una isla del Egeo, recibió su nombre de los antiguos Pelasgos, quienes quedaron impresionados por los altos árboles que ofrecían sombra. En la mitología griega, fue un punto de parada para los argonautas en su travesía hacia Colchis y para la flota de Agamemnón durante la guerra de Troya.

En el siglo VII a.C., la isla fue colonizada por los Chalkidios, quienes construyeron una fortaleza en el sureste. Skiathos jugó un papel activo en las Guerras Persas, alertando a los griegos en Artemisio sobre la llegada de los persas en 480 a.C.

Durante la Primera Alianza Ateniense, Skiathos disfrutó de autonomía y un gobierno democrático. En el siglo XIV, temiendo ataques de piratas, los habitantes se refugiaron en la fortaleza medieval del norte, hasta que en 1821 la isla fue liberada durante la Revolución Griega. Alexandros Papadiamantis, uno de los grandes literatos griegos, nació en Skiathos y su obra contribuyó a la fama de la isla.

En 1933, una visita masiva de intelectuales franceses consolidó aún más su reputación. A partir de la década de 1960, con la creación de Xenia y el aeropuerto internacional, Skiathos se convirtió en un popular destino turístico.