El pueblo de Guadalajara que casi nadie conoce para darse un buen homenaje: no vas a probar un cochinillo mejor
La cocina tradicional es un emblema de esta localidad
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En Castilla-La Mancha se puede disfrutar de una excelente gastronomía, especialmente en Guadalajara, donde se encuentra uno de los mejores pueblos para comer cochinillo, aunque sea poco conocido por los turistas. Se trata de una villa medieval con un castillo y una cocina aún mejor, según National Geographic.
Jadraque, una localidad con menos de 1.500 habitantes situada a una hora y media de Madrid, es un destino fabuloso para una escapada de fin de semana en cualquier época del año. Aquí se encuentra el mejor cochinillo de Guadalajara, cuyo secreto está en la preparación. Consiste en sazonar las carnes antes de cocinarlas con una mezcla de tomillo, romero, vino blanco y otras hierbas aromáticas.
Jadraque, el mejor pueblo para comer cochinillo
Aunque no hay estudios definitivos sobre los orígenes prehistóricos de Jadraque, diversas excavaciones arqueológicas en el municipio han proporcionado indicios significativos. Se han encontrado restos de época islámica en el cerro del Castillo, incluyendo una torre vigía que data de finales del siglo VIII y principios del IX.
Tras la conquista de Alfonso VI en 1085, Jadraque pasó a manos cristianas y formó parte del Común de Villa y Tierra de Atienza. En el siglo XV, el Gran Cardenal Mendoza realizó una reforma importante del castillo, convirtiéndolo en una fortaleza-palacio de estilo renacentista.
Durante siglos, Jadraque fue un centro administrativo, comercial y artesanal importante, atrayendo a hidalgos y convirtiéndose en un núcleo señorial y militar. La localidad también tuvo un papel destacado durante la construcción del ferrocarril en el siglo XIX.
Lugares de interés
El Castillo de Jadraque, conocido también como Castillo del Cid, se encuentra en un cerro que Ortega y Gasset describió como «el más perfecto del mundo». Este enclave estratégico en el valle del río Henares ha sido ocupado desde la Edad del Bronce, como confirman las excavaciones arqueológicas realizadas, que revelaron una atalaya de origen islámico del siglo VIII. El castillo fue conquistado por el Cid Campeador en 1085 y posteriormente cedido al rey Alfonso VI, pasando a formar parte del Común y Villa de Atienza.
A lo largo de los siglos, el castillo fue morada de diversos reyes castellanos y españoles, así como de aristócratas y personajes ilustres que buscaban refugio durante sus viajes. En el siglo XIX, el castillo fue subastado y adquirido por el Ayuntamiento de Jadraque, convirtiéndose en propiedad municipal. En la segunda mitad del siglo XX, se llevaron a cabo varias restauraciones para reparar los daños causados por conflictos bélicos.
Además del castillo, en Jadraque se encuentra la Iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XVII sobre una iglesia románica del siglo XIII. Esta iglesia destaca por su tamaño, orientación norte-sur y planta de cruz latina. En su interior, se pueden admirar numerosas obras de arte, incluidos retablos barrocos y tallas religiosas.
Gastronomía
En Jadraque, se pueden encontrar una amplia variedad de platos de cocina tradicional. Uno de los platos más destacados es el cochinillo asado con salsa jadraqueña, una receta con raíces antiguas que se prepara en barro y en horno de leña, con un aderezo de vinagre y hierbas aromáticas.
Este plato es un imprescindible en todas las cartas de los restaurantes de la zona, consolidándose como una especialidad de la Sierra Norte de Guadalajara. Además, en Jadraque también se pueden encontrar bares y cafeterías que ofrecen una variedad de tapas y raciones, con productos típicos de la zona como torreznos, morcilla y bacalao.
Rutas de senderismo
El Camino del Cid es una fascinante ruta turística cultural que sigue los pasos literarios e históricos de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. Su principal referencia es el Cantar del Mío Cid, un poema épico medieval que relata las hazañas del legendario héroe, escrito en los siglos XII o XIII. La ruta abarca todos los lugares relacionados con la vida del Campeador y se ha dividido en distintas rutas temáticas debido a su extensión.
El recorrido por las riberas del Henares es una experiencia inigualable para los amantes de la naturaleza. La Senda del río Henares ofrece aproximadamente tres kilómetros de ruta, desde la presa del paraje de Fabriqueros hasta la zona de El Batán. A lo largo del sendero, que tiene una longitud de kilómetro y medio en cada dirección, se encuentran bancos y mesas de madera para hacer una pausa y disfrutar del entorno.
La Ruta de la Serranía es un emocionante recorrido provincial que atraviesa las principales localidades de la Sierra Norte de Guadalajara. Esta ruta ofrece una abundante diversidad medioambiental, ya que atraviesa el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, hogar del impresionante Hayedo de Tejera Negra y el Parque Natural del Barranco del Río Dulce. Además, brinda la oportunidad de explorar un vasto y valioso patrimonio monumental.
Como puedes comprobar, son muchos los motivos por los que este pueblo de Guadalajara es un destino fantástico para una escapada.