El pueblo del norte más desconocido: un rincón de la costa vasca que te enamorará

Bermeo, situado en la costa de Vizcaya, es uno de los principales puertos pesqueros del territorio histórico y destaca por su encanto singular y su patrimonio cultural. Rodeado de acantilados y enclaves naturales como San Juan de Gaztelugatxe y las islas de Akatz e Izaro, este municipio ofrece una experiencia única. Entre sus principales atractivos se encuentran el monumento de Nestor Basterretxea, la Torre Ercilla que alberga el Museo del Pescador, el casino de Bermeo con su aire palaciego y la iglesia gótica de Santa Eufemia.

Además, Bermeo cuenta con impresionantes paisajes naturales, como el cabo de Machichaco y la arboleda de Tala. A sólo ocho kilómetros del centro urbano se encuentra San Juan de Gaztelugatxe, uno de los destinos más visitados de Vizcaya, especialmente atractivo durante la romería del día de San Juan. Las fiestas más importantes de Bermeo comienzan el 7 de septiembre, en honor a Nuestra Señora de Almike, y destacan el día del «Arrantzale» el 9 de septiembre y el día de la Magdalena, el 22 de julio, fechas clave para los habitantes de la localidad.

Bermeo, uno de los pueblos más bonitos del País Vasco

Bermeo, situado a media hora en coche desde Bilbao, es una de las localidades más grandes de la comarca de Busturialdea, en Vizcaya. Este municipio costero se encuentra a los pies del monte Sollube y junto al cabo Machichaco, y ha sido históricamente uno de los principales puertos pesqueros gracias a la relevancia de la industria conservera. Además, Bermeo forma parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, lo que añade a su encanto natural y valor ecológico.

La historia de Bermeo se remonta a 1236, cuando obtuvo el título de villa por Don López Díaz II de Haro, Señor de Vizcaya. Hasta 1602, fue la Cabeza de Vizcaya. En el siglo XVI, Bermeo poseía una de las mejores flotas pesqueras, y en los siglos XIV y XV incluso se pescaban ballenas en sus costas. Durante el siglo XVII, el desarrollo de la pesca impulsó la construcción de infraestructura, lo que llevó a un notable crecimiento urbano. En el siglo XX, la actividad pesquera se industrializó con la adopción de avances tecnológicos.

Lugares de interés

Pasear por el Puerto Viejo de Bermeo es uno de los mejores planes en esta localidad costera. Rodeado de casas de colores y con los barcos en primer plano, este puerto histórico, el segundo más importante de Vizcaya, destaca por sus esculturas y la fuente de «Tres Cantos». Desde el puerto, subiendo al casco viejo, se encuentra el Museo del Pescador en la Torre Ercilla del siglo XV, donde se puede conocer la rica tradición pesquera de Bermeo y admirar el Monumento a los Pescadores con vistas al puerto.

Otra parada imprescindible es la Plaza Sabino Arana, en el corazón del casco histórico, donde destacan la Casa Consistorial y la Iglesia de Santa María, uno de los mejores ejemplos del estilo neoclásico de Vizcaya. A pocos pasos se encuentra el Parque Lamera, un espacio verde junto al puerto con esculturas y edificios emblemáticos como el casino de 1893. Finalmente, el Convento de San Francisco, del siglo XIV, ofrece la posibilidad de visitar su iglesia y un impresionante claustro gótico, considerado uno de los más importantes del País Vasco.

San Juan de Gastelugatxe

San Juan de Gaztelugatxe es un  islote situado en la costa vasca, entre las localidades de Bakio y Bermeo. Accesible por un puente de piedra y una escalinata de 241 peldaños, este enclave ofrece un recorrido que serpentea hasta la cima, donde se encuentra una pintoresca ermita dedicada a San Juan Bautista.

La leyenda local cuenta que San Juan dio tres pasos gigantes al llegar a la ermita, y se cree que la huella del último paso, en el último escalón, trae buena suerte a quienes la tocan.  La historia de la ermita revela una rica tradición de batallas y reconstrucciones. Erigida por primera vez en el siglo IX, la iglesia ha sido destruida y reconstruida varias veces debido a incendios y ataques. En el siglo XII, se convirtió en un convento y sufrió saqueos en el siglo XVI, cuando fue atacada por el corsario sir Francis Drake. La última reconstrucción importante se realizó en 1983 tras un incendio.

El islote ha ganado popularidad internacional gracias a su aparición en la serie «Juego de Tronos» como el castillo de Rocadragón, aumentando el interés por su belleza natural y su entorno mágico. En la actualidad, San Juan de Gaztelugatxe está catalogado como biotopo protegido y Zona de Especial Conservación (ZEC) para preservar su flora y fauna.

El acceso al lugar es gratuito, pero es necesario reservar día y hora para gestionar las visitas. Se recomienda realizar la ruta a pie, con opciones de senderos que ofrecen vistas espectaculares del paisaje. Recuerda llevar ropa y calzado cómodos para disfrutar plenamente de esta maravilla natural.