Un piloto de Iberia explica por qué los pasajeros deben poner el teléfono en modo avión: «No se puede predecir…»
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Durante el embarque y antes del despegue, las azafatas y los pilotos recuerdan a los pasajeros que deben activar el teléfono en modo avión. Esta función bloquea la emisión de señales de radio, datos y llamadas, lo que evita que el dispositivo intente conectarse continuamente a las redes terrestres mientras el avión está en vuelo.
Aunque algunos pasajeros lo perciben como un requisito formal, lo cierto es que la norma responde a la necesidad de garantizar que los equipos de comunicación y navegación de la aeronave no sufran posibles interferencias. Un olvido puede no tener consecuencias inmediatas, pero su aplicación generalizada asegura un entorno más controlado en cada trayecto.
¿Por qué los pasajeros deben poner el teléfono en modo avión?
Perico Durán, piloto de Iberia, explicó en un vídeo que «en ocasiones, los móviles podían producir interferencias con ciertos equipos del avión», y originar así distracciones a los pilotos que pueden tener consecuencias. Si bien reconoció que en la actualidad la protección de los sistemas es mayor, la recomendación sigue vigente.
El propio comandante añadió que «esto es especialmente crítico en situaciones de poca visibilidad donde tenemos que guiar al avión sin referencias visuales directas».
Este planteamiento apunta a un principio básico en la aviación: la prevención. Aunque la probabilidad de que un teléfono cause una alteración sea reducida, el hecho de que existan miles de dispositivos activos en un solo vuelo multiplica el riesgo potencial.
Avances tecnológicos y regulación del uso del teléfono en los aviones
La aviación civil internacional ha desarrollado protocolos claros sobre el uso de dispositivos electrónicos a bordo. Desde los años noventa, las agencias reguladoras han estudiado el impacto de los móviles y otros aparatos en la navegación aérea.
En Estados Unidos, la Autoridad Federal de Aviación y Boeing analizaron en 1992 si existían riesgos reales. Los resultados no mostraron interferencias críticas, pero las normas se mantuvieron para prevenir situaciones imprevistas. La Comisión Federal de Comunicaciones, posteriormente, delimitó bandas de frecuencia para evitar solapamientos.
En la Unión Europea, desde 2014 se permiten dispositivos electrónicos activados durante el vuelo, siempre que permanezcan en modo avión. Esto demuestra que las autoridades aceptan su uso bajo control, pero mantienen la restricción de emisión de señales móviles.
El impacto de la red 5G en la aviación
El despliegue del 5G ha abierto un nuevo debate. La cercanía de sus frecuencias con las utilizadas por sistemas de navegación de los aviones genera dudas en la industria. En países como Estados Unidos y Australia, operadores aeroportuarios expresaron preocupaciones sobre posibles interferencias durante maniobras críticas de aterrizaje.
La aviación es especialmente sensible a estos riesgos porque los sistemas de radiofrecuencia son esenciales para la seguridad operacional. Aunque en Europa la implantación de 5G no ha generado incidentes significativos, se sigue evaluando su impacto para evitar cualquier incompatibilidad.
Este contexto refuerza la necesidad de mantener el teléfono en modo avión como precaución estándar. Más allá del riesgo técnico, la industria busca anticiparse a cualquier evolución tecnológica que pueda alterar el equilibrio actual.
Aspectos operativos y sociales de poner el teléfono en modo avión
El uso del móvil en pleno vuelo no sólo plantea cuestiones técnicas. También existen consideraciones prácticas relacionadas con la experiencia a bordo. El servicio de cabina se vería ralentizado si los pasajeros estuviesen ocupados en llamadas telefónicas mientras se atiende la distribución de comidas o bebidas.
Además, se señaló que una conversación telefónica masiva en un espacio cerrado como un avión podría aumentar la tensión entre pasajeros. Los episodios de air rage (disputas verbales o físicas a bordo) han crecido en los últimos años, y la utilización libre del teléfono podría añadir un nuevo foco de conflicto.
Para concluir en este sentido, mantener el teléfono en modo avión no sólo responde a la seguridad técnica, sino también a la necesidad de preservar la operatividad y la convivencia en un entorno con cientos de personas.