No hay discusión: ésta es la ciudad con las mejores tapas de España segun ‘The Times’
Se trata de una pequeña ciudad del norte de España
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La costumbre de ir de tapas en España está profundamente arraigada en su cultura, siendo mucho más que una simple experiencia gastronómica. Representa un estilo de vida donde se combina la comida con la socialización, descubriendo nuevos sabores en compañía de amigos y familiares. Este ritual es valorado no sólo por su aspecto culinario, sino también por su dimensión a nivel social y cultural, creando una experiencia única que varía en función de la región del país. Recientemente, el diarioo británico The Times ha destacado las nueve mejores ciudades de España para irse de tapas, situando a Logroño en el primer puesto. Según este medio, Logroño, capital de La Rioja, es el epicentro de esta tradición, albergando más de 50 bares especializados en una o dos tapas únicas.
Entre las tapas más emblemáticas que se pueden disfrutar junto con una bebida, o como plato principal en raciones, destacan varias opciones clásicas y otras más innovadoras que han ganado popularidad en los últimos año. Los montados de jamón ibérico son una delicia, generalmente acompañados de pan crujiente. Los quesos nacionales como el Manchego ofrecen una muestra de la rica variedad quesera española. Por su parte, las aceitunas, servidas encurtidas o rellenas de anchoas o pimientos, son una opción clásica para acompañar las bebidas. En la misma línea, la tortilla de patatas es un clásico que se suele pedir como pincho, elaborada con huevo, patatas y aceite de oliva. Otro plato muy solicitado por locales y turistas son las patatas bravas, patatas fritas cubiertas con una salsa picante o alioli, que se prepara con aceite de oliva y ajo.
Ésta es la ciudad que tiene las mejores tapas
La gastronomía española es conocida por su diversidad y calidad, y las tapas son una tradición culinaria emblemática que refleja esta riqueza. En la mayoría de restaurantes y bares de España, las tapas no sólo acompañan a las bebidas, sino que también pueden servir como una comida completa.
La historia de las tapas se remonta a los siglos XVIII y XIX, cuando los taberneros colocaban rodajas de jamón o queso sobre los vasos para proteger las bebidas del polvo y las moscas. Además, según una leyenda del siglo XIII, el rey Alfonso X el Sabio de Castilla ordenó que se sirvieran pequeñas porciones de comida con el vino para evitar que los clientes bebieran con el estómago vacío y se embriagaran rápidamente.
Hoy en día, las tapas han evolucionado y existen una gran variedad de opciones más allá del jamón y el queso: desde tortillas y ensaladillas hasta croquetas y empanadillas, entre otras.
Aunque el País Vasco es conocido por su tradición de tapas y Andalucía por sus raíces en esta costumbre, según la revista Times, la mejor ciudad española para disfrutar de las tapas está en La Rioja. Logroño es destacada como el epicentro de esta experiencia, con más de 50 bares especializados en una o dos tapas. La calle del Laurel es especialmente famosa, llena de visitantes que disfrutan de la noche después de las 21:00 horas.
Además de su reputación gastronómica, Logroño, como capital de la región de Rioja, ofrece vinos tintos afrutados y blancos robustos que son económicos y de excelente calidad, lo que complementa perfectamente la experiencia de las tapas en la ciudad.
Calle del Laurel en Logroño
La calle del Laurel, conocida simplemente como calle Laurel, es uno de los puntos de referencia en el casco antiguo de Logroño, La Rioja, España, famosa por su tradición de tapeo. Situada en el corazón histórico de la ciudad, cerca del Paseo del Espolón, se accede a ella desde las calles Capitán Gallarza, Albornoz y Travesía del Laurel.
La historia de esta calle se entrelaza con la antigua calle Bretón de los Herreros, donde se alzaban las murallas de Logroño hasta su demolición en 1862. Desde entonces, se reconstruyeron las casas circundantes, creando lo que es la calle del Laurel en la actualidad.
Hasta finales del siglo XIX, no había acceso directo desde Laurel a Bretón de los Herreros, obligando a los residentes a dar un largo rodeo para llegar. El 11 de mayo de 1878, debido a las quejas de los vecinos, se derribó un edificio en Travesía del Laurel, permitiendo finalmente la conexión con el Muro de Bretón de los Herreros. Este derribo propició la creación del bar más antiguo de Logroño, el Blanco y Negro, que aún hoy es uno de los establecimientos más emblemáticos de la calle.
La calle del Laurel y sus alrededores concentran más de 65 bares y restaurantes, todos ellos especializados en tapas, conocidas en La Rioja y otras partes del norte de España como pinchos. Cada bar ofrece una o dos especialidades, desde las clásicas como champiñones, tortilla de patatas y embuchados, hasta creaciones locales como el «matrimonio», los «rotos» o el «zorropito» . Todo esto se acompaña típicamente con el vino de la región, el Rioja.