¿Por qué Barack Obama considera tan importante viajar?
Más de un millón y medio de kilómetros a lo largo y ancho del mundo. Ésta es una de las muchas cifras que Barack Obama dejará para la historia cuando Donald Trump le suceda como presidente de Estados Unidos. El tiempo de Barack Obama al frente del gobierno de uno de los países más importantes del planeta se acaba. Todo el mundo está haciendo balance de sus ocho años de mandato, incluido él. Porque el propio Barack Obama ha querido reflexionar acerca de su labor, poniendo especial énfasis en los viajes.
Hace días finalizó el que probablemente será el último viaje al extranjero de Barack Obama como presidente de Estados Unidos. Fue a Perú, hasta donde se desplazó para asistir a una cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, “pero también hice algo que ha sido el sello distintivo de mis viajes como presidente: reunirme con gente joven en el ayuntamiento”.
“Durante mi tiempo como presidente he recorrido más de un millón y medio de kilómetros por todo el mundo. Estos viajes al extranjero han incluido cumbres internacionales y visitas bilaterales fundamentales para nuestro progreso, reforzando alianzas, logrando compromisos con antiguos adversarios, renovando la economía global y forjando acuerdos para combatir el cambio climático, detener el avance de las armas nucleares, expandir el comercio y reducir la pobreza y la enfermedad”, explica a nuestros compañeros de Lonely Planet. “Dejo mi cargo más convencido que nunca de que la cooperación internacional es indispensable. Sin reuniones periódicas con líderes extranjeros y sin coordinación institucional entre Estados Unidos y nuestros aliados y socios no podemos superar desafíos que no entienden de fronteras. Fue necesario que docenas de países trabajaran juntos para vencer al ébola. La presión coordinada y el tacto diplomático lograron un acuerdo de paz que posibilitó la reducción del programa nuclear iraní. Casi doscientos países dedicaron años a las arduas negociaciones del Acuerdo de París para proteger nuestro planeta. Cada día Estados Unidos trabaja con otros países compartiendo información para prevenir ataques terroristas, detener el tráfico de personas, desmantelar cárteles de la droga o luchar contra la corrupción”.
Pero los viajes de Barack Obama no sólo han tenido como objetivo reunirse con los gobiernos, también ha querido involucrar a los ciudadanos de los diferentes países, sobre todo a los jóvenes. “Ellos decidirán el futuro cuando los que ocupamos las posiciones de poder abandonemos el primer plano mundial”, sostiene. “Consideremos los datos demográficos de nuestro mundo. Más de la mitad de los seres humanos tienen 30 años o menos. Esta cifra es mucho más pronunciada en los países en desarrollo, donde vive el 90 % de la población global menor de 30 años. Estos jóvenes asisten a revoluciones tecnológicas que están cambiando la vida en nuestro planeta, que permiten un acceso sin precedentes a la información y a la conectividad, y que, a la vez, causan enormes alteraciones en la economía global. Y mientras los líderes mundiales tratan los temas apremiantes del día, son los jóvenes del planeta quienes decidirán si sus voces dirigen el cambio que se extiende por nuestro mundo a favor de más justicia, oportunidades, tolerancia y respeto mutuo”.
“Cada día estos jóvenes trabajan para mejorar sus comunidades desde abajo. Un rapero de Uganda promueve la participación ciudadana a través de su música. Un emprendedor ruandés usa nuevas tecnologías para suministrar electricidad a pueblos remotos. Un doctor de Myanmar ofrece cirugía gratis para niños. Una activista de Tailandia ha organizado a jóvenes del sureste asiático para luchar contra el tráfico de personas. Un joven laosiano moviliza a las comunidades de su región para detener la tala ilegal que amenaza al medioambiente. Una funcionaria municipal de Filipinas lanza nuevas iniciativas para promover la salud de las mujeres y evitar los embarazos adolescentes, y para ello emplea lo que aprendió en una beca de colaboración en Montana” explica Barack Obama, puntualizando que “ninguna de estas iniciativas transformará nuestro mundo, pero cada una de ellas crea una ola de progreso que, de forma gradual, traerá el cambio que el mundo necesita”. Hablando con estos jóvenes hay algo que surge una y otra vez: el valor que suman al estar conectados entre sí”.
Y preguntado sobre cuál cree que será el legado de sus políticas, vuelve a recalcar la importancia de conocer y charlar con los jóvenes del mundo en sus viajes: “La política es importante, pero también creo que el progreso se medirá, básicamente, por el trabajo de los jóvenes que hemos motivado. Ellos son futuros presidentes y primeros ministros, activistas y emprendedores. Me dan esperanza y estoy deseando ver el extraordinario cambio que son capaces de lograr cuando reclamen el bastón de mando”.