Bayona no consigue el Oscar 2024: ‘La sociedad de la nieve’ se va de vacío
Al final, no ha podido ser. J.A. Bayona no ha conseguido el Oscar a la Mejor película de habla no inglesa con La sociedad de la nieve. En su lugar se lo ha llevado La zona de interés de Jonathan Glazer. Es la primera vez en la historia que Inglaterra se lleva este galardón y es que, el film premiado, aun siendo una producción británica, está rodado íntegramente en alemán. Narra el Holocausto desde el punto de vista de los verdugos, desde la familiaridad de los criminales. Un original acercamiento a un tema extremadamente trillado en cine que ha conseguido ser una de las grandes sorpresas cinematográficas de la temporada. Ojo, Bayona también se merecía el premio. De hecho, la cinta del cineasta español ha contado con un éxito de público abrumador y una campaña (obra y gracias de Netflix) envidiable.
El terror que no se ve
Jonathan Glazer, una década después de su última película (la maravillosa y críptica Under the Skin, adapta la novela homónima de Martin Amis. La zona de interés está nominada a 5 premios de la Academia, entre los que se incluyen las categorías de Mejor dirección, película internacional, guion adaptado, sonido y Mejor película.
La zona de interés se centra en Rudolf Höss, director de Auschwitz, y su familia. Mientras que los protagonistas viven en una idílica casa de campo al lado del campo de concentración, la barbarie se desata a pocos metros. El espectador nunca va a ver el horror pero lo escucha , lo siente. Un juego de contrastes maravillosamente bien realizado nos hace reflexionar sobre la normalización de la depravación más absoluta.
Bayona puede estar orgulloso
Lamentamos, sin embargo, que J.A, Bayona no haya podido conseguir el Oscar 2024 a la Mejor película de habla no inglesa. La sociedad de la nieve es una de las cintas más relevantes de la temporada. Un fenómeno en Netflix (donde ha batido récord de visualizaciones) que vuelve a contar la tragedia de los Andes (en la que 16 personas consiguieron sobrevivir a un accidente de avión y a tres meses de condiciones atmosféricas inhumanas) con una visión renovada en la que rinde homenaje no sólo ha los que regresaron a casa, sino, sobre todo, a los que dieron su vida para sus compañeros. Un canto humanista impecable que consiguió arrasar en los últimos premios Goya (algo inaudito, puesto que las Academias de cine no suelen premiar producciones de plataformas). Bayona, a pesar de no tener un Oscar, puede estar tranquilo. Ha conseguido crear todo un fenómeno de masas.
Crítica de ‘La sociedad de la nieve’
“¿Qué pasa cuando el mundo te abandona?” Esta es la frase promocional y el life motiv de La sociedad de la nieve. La pronuncia el personaje de Nurma Turcatti (extraordinario Enzo Vogrincic), el narrador y es aquí donde reside el truco de la película; en el punto de vista. Sin hacer spoilers, decir que la elección de este personaje como voz del grupo es lo más importante de la película. Con ello, Bayona nos viene a decir que todos formamos parte de todos, en carne y alma.
Como ya hizo en Lo imposible, Bayona pone toda la carne en el asador visual para darle al espectador un puñetazo. La sociedad de la nieve es una experiencia inmersiva que agobia, aterra, te hace sentir el frío, la angustia, el hambre, la desesperación, la esperanza y la cotidianidad de la muerte y la aberración. No llega al nivel de pronografía emocional que derrochó en la película protagonizada por Naomi Watts, principalmente porque en la que nos ocupa tiene más claro su mensaje. Y consigue, el director, trnasmirtirnos todo lo que quiere gracias a todo un equipo que, se nota, ha remado a favor de obra. Cada detalle y departamento es un milagro cinematográfico. Los efectos especiales, la música, el montaje y la fotografía- los protagonistas técnicos- son de un nivel de exquisitez que no sólo se consigue con dinero sino sabiendo perfectamente lo que se quiere contar. Pero mención aparte merece el sonido, los efectos de sonido (capaces de hacerte ‘ver’ una inmensidad con un plano cerrado de los actores), el vestuario (el deterioro de las prendas es alucinante) y, por supuesto, una labor de maquillaje y peluquería que merece los premios más elevados.