Crítica de ‘Oppenheimer’, película nominada a los premios Oscar 2024
Una cinta grandilocuente en la que Christopher Nolan luce su poderío visual.
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Una de las películas más importantes del año y todo un fenómeno cinematográfico, Oppenheimer es, para muchos, la consagración de Christopher Nolan o, por lo menos, la ocasión para que al director se le tome realmente en serio dentro de la Academia de Hollywood. Y es que esta biografía del creador de la bomba atómica opta a 13 Oscar 2024 siendo la cinta más nominada de la edición. Que Oppenheimer no ganase el Oscar a Mejor película, director, actor protagonista (Cillian Murphy) y actor secundario (Robert Downey Jr.) sería una auténtica sorpresa. Por no hablar, obviamente, de los apartados técnicos, donde sobresale ante el resto. ¿Oppenheimer merece ganar todas las estatuillas a las que opta? Depende, pero lo que está claro es que es una producción clásica para este tipo de premios. Después del triunfo de un producto tan outsider como Todo a la vez en todas partes del año pasado, seguramente la academia vuelva al redil de su clasicismo habitual y la de Nolan es la cinta perfecta para ello.
¿De qué trata?
En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, el brillante físico estadounidense Julius Robert Oppenheimer, al frente del Proyecto Manhattan, lidera los ensayos nucleares para construir la bomba atómica para su país. Impactado por su poder destructivo, Oppenheimer se cuestiona las consecuencias morales de su creación. Desde entonces y el resto de su vida, se opondría firmemente al uso de armas nucleares. la película está basada en el libro ganador del Premio Pulitzer American Prometheus de Kai Bird y Martin J. Sherwin. Además de Cillian Murphy, que interpreta al personaje principal, la película cuenta con grandes nombres como Emily Blunt, Matt Damon, Robert Downey Jr. y Florence Pugh.
La pomposidad de Nolan
Según Christopher Nolan “Oppenheimer es el ser humano más interesante de la historia”. Puede que el director haya exagerado (o no, quién sabe) pero es cierto que se ha tomado este mantra al pie de la letra y ha hecho una película que pretende ser la mejor sobre la persona más importante. Pero una cosa es pretender y otra es hacer. Sobra decir que la figura de este físico es fascinante por su trabajo, sus consecuencias y sus contradicciones morales. El problema de la cinta, quizá, sea la incapacidad de su creador de entender que menos es más.
Ocurre a veces que una sola obra fallida desenmascara a un artista que, hasta ese momento, era muy laureado. Esto le pasó a Nolan con su penúltimo film, Tenet; un relato absurdo, gratuito, infantil y demasiado pretencioso que nos hizo preguntarnos a los fans del director de El caballero oscuro o Interestelar si el cineasta había sido siempre un ‘cantamañanas’ y no nos habíamos dado cuenta. Nolan es hiperbólico, eso es un hecho. Hay que quererle así porque es cierto que es un artesano impresionante. Pero tanto ego, tanta intensidad, a veces ,provoca falta de empatía y de emoción. Con sus películas, tienes la sensación de estar viendo un trailer de tres horas y media. ¿Por qué? Porque la orgía visual y auditiva que plantea desde el primer minuto es tan avasalladora que termina agotando. Esto le pasa un poco a Oppenheimer pero sin llegar a los niveles de aturdimiento de Origen, por ejemplo.
Un casting milagroso
La historia de este Prometeo en la cuerda floja moral es apasionante. Cierto es que Nolan peca de centrarse demasiado en la virguería visual y se aleja de la emoción (la película resulta fría en momentos clave) pero hay un buen ejercicio de adaptación y, sobre todo, un casting impoluto. Cillian Murphy está más que a la altura de las circunstancias (tiene todas las papeletas para alzarse con el Oscar), mientras que Robert Downey Jr. compone un personaje muy a su medida pero al que hace brillar ( será el Mejor actor secundario, seguro). Para un servidor, quién se come la pantalla es Emily Blunt con un rol muy antipático, increíblemente difícil de hacer y del que sale triunfadora.
La contradicción
Oppenheimer es una buena película, grandilocuente pero efectiva. Quiere ser crítica pero se cuida de no llegar a la sangre moral que pueda afectar a los más patriotas. Es interesante pero no del todo valiente. Es contradictoria, como esta crítica y como el propio Oppenheimer. No es la película que más me ha entusiasmado del año pero no tiene rival en los Oscar.