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Lo que no te cuentan sobre el modo ahorro de batería de tu smartphone

modo ahorro de batería
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Nacho Grosso
  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

El modo ahorro de batería o modo de bajo consumo está pensado para situaciones concretas, pero muchos usuarios lo usan por costumbre, sin saber exactamente qué cambia en el móvil cuando lo activan. El resultado suele ser el mismo: menos notificaciones, peor rendimiento y la sensación de que el teléfono ya no responde como antes.

Qué cambia realmente cuando lo activas

En la práctica, el ahorro de batería hace tres cosas claras. Reduce el brillo de la pantalla, limita la actividad de las apps en segundo plano y baja el rendimiento del sistema. No siempre ocurre con la misma intensidad, pero el objetivo es el mismo, consumir menos energía aunque eso implique renunciar a parte de la experiencia. Por eso, si notas que las apps tardan más en abrirse o que el móvil va más lento, no es un fallo: es el sistema priorizando autonomía frente a fluidez.

Cuándo sí merece la pena usarlo

El modo ahorro de batería funciona bien cuando el uso va a ser básico. Por ejemplo, si sabes que te queda poca batería y solo necesitas el móvil para llamadas, mensajes puntuales o consultar algo rápido. También es útil si estás fuera de casa todo el día y no vas a tener un cargador cerca. En estas situaciones, las limitaciones pasan desapercibidas y el ahorro sí compensa.

Captura: Nacho Grosso

Cuándo es mejor dejarlo apagado

Si dependes del móvil para trabajar, recibir avisos en tiempo real o usar varias apps de forma activa, el ahorro de batería puede jugar en tu contra. Las notificaciones llegan tarde, las sincronizaciones se paran y algunas funciones dejan de actualizarse sin avisar. También conviene evitarlo cuando usas apps exigentes como navegación GPS, cámara o pagos móviles, donde el rendimiento y la precisión son clave.

Ajustes manuales que funcionan mejor

Antes de activar el modo ahorro, hay cambios sencillos que suelen ser más efectivos y menos agresivos. Bajar manualmente el brillo, desactivar el Bluetooth o el WiFi cuando no los usas, quitar la localización en algunas apps o evitar el uso intensivo de vídeo puede marcar más diferencia de la que parece. Estos ajustes te permiten controlar el consumo sin que el sistema limite cosas importantes en segundo plano.

El error de usarlo siempre

Uno de los errores más comunes es dejar el ahorro de batería activado de forma permanente. A largo plazo, esto genera una experiencia más pobre y la sensación de que el móvil ya no da más de sí. En realidad, es el propio usuario quien está usando el teléfono con el freno puesto. El ahorro no está diseñado para ser el modo normal de funcionamiento, sino una solución puntual.

Cómo sacarle partido sin fastidiarte el día

La mejor estrategia es usar el modo ahorro de batería como una herramienta temporal. Activarlo cuando el porcentaje baja y desactivarlo en cuanto puedas cargar el móvil o necesites todas las funciones.

Entenderlo así evita sustos con notificaciones, ralentizaciones innecesarias y falsas sensaciones de desgaste del dispositivo. Al final, no se trata de ahorrar batería a cualquier precio, sino de hacerlo sin que el móvil deje de ser útil.

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