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ACEMAGIC Matrix Mini M1, el mini PC compacto que he estado usando estos días y que me ha sorprendido mucho

ACEMAGIC Matrix Mini M1,
Foto: Nacho Grosso
Nacho Grosso
  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

He estado probando el ACEMAGIC Matrix Mini M1 durante varios días, integrándolo en mi rutina de trabajo para comprobar hasta qué punto podía comportarse como un sobremesa completo. Cada vez tengo más claro que el formato Mini PC es un éxto, ya que nada más conectarlo al monitor y comenzar a trabajar, tienes la sensación de estar ante un equipo que no pretende limitarse a ser un mini PC auxiliar, sino una opción real para quien necesita rapidez, silencio y estabilidad en un formato muy compacto.

Su arranque es inmediato, la multitarea fluye sin retrasos y el nivel de ruido se ha mantenido en valores bajos incluso cuando he editado imágenes o he trabajado con múltiples pestañas y aplicaciones abiertas. Todo ello con un consumo de espacio mínimo en el escritorio y con una cantidad de puertos que he agradecido desde el primer minuto.

Así es el ACEMAGIC Matrix Mini M1

Especificación Detalle
Procesador Intel Core i9-13900HK (13ª Gen)
Gráficos Intel Iris Xe Graphics
RAM 32 GB DDR4 3200 MHz
Almacenamiento SSD NVMe 1 TB
Puertos HDMI, DisplayPort, USB-C (vídeo), 2.5G LAN, múltiples USB-A
Conectividad WiFi 6, Bluetooth 5.2
Sistema operativo Windows 11

Rendimiento: un mini PC que se comporta como un sobremesa

He puesto el ACEMAGIC Matrix Mini M1 a trabajar en sesiones largas, alternando entre redacción, edición ligera de imágenes, navegación con varias ventanas activas y herramientas de productividad que uso todos los días. En ese escenario lo he sentido ágil y consistente, con una respuesta rápida incluso cuando he tenido más de una docena de aplicaciones abiertas.

Foto: Nacho Grosso

El procesador Intel Core i9-13900HK demuestra rendir con un nivel inesperado en un formato tan pequeño, y los 32GB de RAM han sido determinantes para mantener el rendimiento cuando he cambiado de tareas de forma constante. Para un uso profesional de oficina, creatividad que no sea pesada o multitarea exigente, este equipo se ha comportado como un sobremesa compacto más que como un mini PC tradicional.

Foto: Nacho Grosso

También he realizado pruebas de benchmark para medir cómo reacciona en tareas más específicas. Los resultados han confirmado esa sensación de potencia, las puntuaciones en productividad y trabajo diario han sido muy altas, mientras que el apartado gráfico se ha mantenido en valores moderados, que son los esperables en una GPU integrada como la Intel Iris Xe. Aun así, he podido editar fotos de alta resolución, reproducir contenido 4K y manejar archivos grandes sin notar ralentizaciones, lo cual habla bien del equilibrio general del dispositivo.

Captura de pantalla: Nacho Grosso

Temperaturas y ruido: mejor de lo habitual en su categoría

Uno de los retos habituales de los mini PCs es la refrigeración. En este caso, el ACEMAGIC Matrix Mini M1 ha manejado las temperaturas con más solvencia de la que esperaba. Lo he mantenido encendido durante jornadas completas y el nivel térmico se ha mantenido dentro de un rango estable, incluso cuando lo he sometido a cargas más continuadas. El ventilador se ha activado cuando ha sido necesario, pero lo ha hecho de forma discreta y sin llegar a resultar molesto. Para quienes trabajamos muchas horas con el ordenador al lado, este detalle es importante porque el ruido constante puede acabar afectando la concentración.

También he notado que el chasis disipa bien el calor en reposo y que recupera su temperatura rápidamente cuando la carga disminuye. No he percibido picos bruscos ni situaciones en las que el rendimiento haya caído por una acumulación térmica excesiva, algo que sí me ha ocurrido con otros mini PCs incluso más caros.

Captura de pantalla: Nacho Grosso

Puertos y conectividad: uno de sus puntos más fuertes

La conectividad es probablemente el apartado donde más satisfecho me he sentido al usar este mini PC. He conectado dos monitores externos, varios periféricos, almacenamiento adicional y una capturadora sin necesidad de recurrir a hubs ni adaptadores. Disponer de HDMI, DisplayPort y un USB-C con salida de vídeo en un equipo tan compacto facilita muchísimo montar un escritorio con varias pantallas sin complicaciones. El puerto Ethernet de 2.5 Gbps ofrece una conexión estable que he aprovechado para gestionar subidas y descargas grandes sin pérdida de rendimiento.

Foto: Nacho Grosso

La presencia de múltiples puertos USB-A y un buen reparto entre frontal y trasera hacen que puedas conectar distintos periféricos sin reorganizar el escritorio cada vez que añades uno nuevo. Es uno de esos detalles que no aparece en las especificaciones como algo trascendental, pero que en el uso diario marca una diferencia real.

Experiencia de uso en el día a día

En estos días de prueba, he sentido que el ACEMAGIC Matrix Mini M1 es un equipo que encaja muy bien en un entorno profesional donde se necesita rapidez, estabilidad y un escritorio ordenado. El sistema operativo ha arrancado de forma casi instantánea, las aplicaciones han respondido con fluidez y no he encontrado incompatibilidades ni comportamientos extraños. También he notado que el SSD NVMe de 1 TB contribuye mucho a esa sensación de agilidad general, tanto al abrir aplicaciones como al manipular archivos grandes o al mover proyectos entre carpetas.

Foto: Nacho Grosso

He trabajado con este mini PC en la misma rutina en la que suelo usar equipos más grandes y me llevo la sensación de no estar renunciando a nada importante. Su propuesta encaja muy bien con quien quiere un sobremesa que ocupe poco espacio, mantenga el ruido al mínimo y rinda por encima de lo que se suele esperar en este tamaño. La firma está ofreciendo unos dispositivos muy equilibrados, bien construidos y que solucionan cualquier necesidad en diferentes ámbitos.

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