Así funciona Face ID, el reconocimiento facial 3D del iPhone X

reconocimiento facial
Face ID usa una cámara especial y un emisor de infrarrojos para crear un modelo 3D del rostro y no puede ser engañado con una foto

Ayer se desveló por fin el más esperado de los smartphones de este final de año, el iPhone X de Apple que trae un espectacular diseño en acero y cristal, con un frontal todo pantalla en el que no hay botón alguno y en el que Apple no ha incluido el esperado lector de huella dactilar oculto bajo el panel. En su lugar, tenemos el nuevo Face ID, un método de autenticación del usuario basado en un avanzado reconocimiento facial que reemplaza a al “Touch ID” que se mantiene en el resto de dispositivos de Apple (incluyendo el iPhone 8).

Con el reconocimiento facial 3D Face ID, la compañía de la manzana deja a un lado el que se suponía más seguro y rápido de los métodos biométricos, la huella dactilar, para que sea tu propio rostro el que te permita desbloquear el terminal, confirmar compras en la App Store o verificar pagos con Apple Pay. Sin embargo, ¿sabes realmente cómo funciona este sistema?

Pues bien, según Apple, Face ID utiliza una cámara frontal y una cámara infrarroja para realizar un reconocimiento tridimensional que detecta la profundidad de las caras, así como las dimensiones entre facciones: distancia entre ojos, forma y tamaño de la nariz, etc. Gracias a que el iPhone X cuenta con una luz de apoyo y un proyector de infrarrojos, el sistema emite 30.000 puntos invisibles que ayudan a reconstruir el modelo matemático de la cara recogido por las cámaras. De forma que es capaz de detallar y dejar al margen elementos accesorios que pueden cambiar en un rostro y confundir a otros sistemas similares. Así, Apple asegura que, por ejemplo, si cambias de peinado, gafas o si usas maquillaje no debería haber problema en la identificación con Face ID.

Todo ello, se procesa además con el nuevo chipset, A11 Bionic, que incluye un motor de redes neuronales y aprendizaje máquina, que ha sido entrenado para adaptarse a las variaciones faciales que pueda sufrir el rostro de una persona, aprendiendo a anticiparse a los cambios y así poder seguir realizando la verificación. Como sabes, Apple usa tecnologías de reconocimiento facial desde hace años en su aplicación para fotos y ha adquirido últimamente varias compañías especializadas como Realface que se supone han entrenado esta inteligencia artificial para hacerla más fiable y efectiva, de manera que no haya muchas ocasiones en las que te veas obligado a desbloquear el móvil con tu PIN o contraseña.

Face ID: Imposible de engañar con fotos

Además, Apple asegura que Face ID no puede ser engañado mediante fotos, moldes faciales en 3D, vídeos u otras formas de suplantación, tal y como ocurría con la huella dactilar, que se demostró podía ser “hackeada” siempre que se tuviese acceso a las huellas del usuario.

Apple también afirma que la probabilidad de obtener un falso positivo, es decir, la probabilidad de que alguien muy parecido (como por ejemplo en el caso de los hermanos gemelos) pueda suplantar nuestra identidad con Face ID, es de una entre un millón. Algo muy superior a lo que ofrece Touch ID (una entre 50.000) y desde luego muy lejos del bloqueo por PIN de cuatro dígitos (una entre 10.000, es decir, cada combinación entre el 0000 y el 9999).

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