ASESINATOS

Pilar, la limpiadora de crímenes: «Lo más difícil es erradicar el olor a cadáver que impregna las paredes»

Pilar limpia escenas de crímenes: "Nos contrató una asesina, limpiamos la escena del crimen y la detuvieron días después"

"Desde que trabajo en esto, he dejado de comer ciertos alimentos"

Limpiezas Traumáticas Pilar: "Especialistas en asesinatos, en 24 horas dejamos la casa para entrar a vivir"

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Pilar de "Limpiezas Traumáticas Pilar": "nos llaman los malos pero no les atendemos".
Ángel Moya

«Lo más difícil es erradicar el olor a cadáver, a muerte, que impregna las paredes de una vivienda después de los crímenes», dice Pilar Válcarcel, de Limpiezas Traumáticas Pilar. Una empresaria albaceteña con amplia experiencia en limpieza de viviendas que han sido escenario de crímenes y «muertes desatendidas». «También nos llaman los ‘malos’, pero no les hacemos caso», aclara antes de continuar con la entrevista.

Pilar se dedica desde hace 25 años a la limpieza de escenarios de asesinatos, trasladó su empresa a Madrid porque hay mucha más demanda. «Muchas veces se te cae el alma al suelo, es un trabajo que no es para todos los días», explica Pilar, pero la experiencia de su empresa la ha convertido en una de las más solicitadas. Sobre todo le piden rapidez y limpieza en profundidad.

«Las limpiezas de muertes desatendidas me afectan un poco más, por las personas que mueren en soledad, una vez nos llamó una comunidad de vecinos porque el juzgado había precintado la vivienda y salían los gusanos por debajo de la puerta, imagina el panorama dentro». 

«Mejor que la muerte sea en el baño»

«En un baño, la limpieza entraña menos dificultad, pero si es en otra habitación, ya hay que levantar el suelo porque los fluidos se cuelan, como en el caso del asesino del destornillador». 

Pilar confiesa que «lo más difícil es erradicar el olor a muerte que impregna las paredes». Ella desinfecta las casas con un tratamiento de ozono después de la limpieza y logra que las viviendas estén listas para entrar a vivir en 24 horas.

Su memoria alberga muchas anécdotas de un trabajo que cada vez se ve con mayor naturalidad. También guarda imágenes que no querría recordar nunca más. «He visto de todo, ves lo que habían fumado, la vida que lleva la víctima y te imaginas hasta cómo ocurrió, otra veces te sorprendes de la cantidad de droga que había en la vivienda y no había retirado la Policía, como en el crimen del ritual de Vallecas», recuerda Pilar en referencia al asesinato de un hombre a manos de su pareja en ese distrito madrileño. El asesino colgó en las redes un vídeo tras el crimen balbuceando rezos y asumiendo el homicidio de su pareja.

«Una asesina nos contrató»

«Hemos estado en tantos barrios de Madrid durante los últimos 15 años que ni lo calculas, ya he olvidado los lugares, los crímenes, las víctimas, tampoco es que me guste hablar de ello por respeto a las familias», apunta la empresaria de Limpiezas Traumáticas Pilar.

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«Sí es verdad que una vez nos contrató una asesina que había matado a sangre fría a su madre en Parla (Madrid). Nos llamó la chica, casi menor de edad, superafectada, fue hace seis años. La Policía ya había desprecintado la vivienda, fuimos y limpiamos toda la escena del asesinato. Habían matado a su madre clavándole un punzón en la nuca mientras dormía», recuerda Pilar.

Después de limpiar una vez la escena del crimen, la hija de la víctima les volvió a llamar alegando que se habían dejado una colcha con sangre sin retirar. «Al llegar por segunda vez, la chica tenía unas bolsas precintadas y cerradas, nos las entregó para retirarlas y las tiramos, la Policía la detuvo unos días después acusada del asesinato de su propia madre, ya lleva unos años en la cárcel».

La empresa de Pilar también trabaja en la limpieza de escenas de suicidios, de hecho son las que más trabajo le suelen dar.

«Dos veces hemos llegado al lugar y todavía estaba presente el cadáver. La primera en las oficinas de una conocida empresa de telefonía a las dos de la madrugada, la otra en un portal de la calle Orense donde un chico mató a otro».

«He dejado de comer ciertos alimentos»

Desde que trabaja en esto de las limpiezas traumáticas, Pilar ha dejado de comer ciertos alimentos que le recuerdan determinados olores o texturas. Esos olores terribles que se encuentra en su trabajo y que impregnan su ropa y la de su equipo de limpiadores, «hasta la ropa interior».

«Hay cosas que ya no como, algunas son jamón, morcilla, carnes rojas. Se cambia de dieta y ya está, pero es verdad que hay imágenes que ya no se borran, llegas a un crimen, ves partes de cadáveres desperdigadas, dientes, en fin… atiendo a la familia con la mayor sensibilidad, limpias a fondo y luego me paso cuatro días sin comer», concluye la empresaria.

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