CRIMEN DE LARDERO

La familia del pequeño Álex pide prisión permanente para el asesino reincidente de Lardero

niño Lardero
El juez condena a prisión permanente revisable al asesino del niño de Lardero
Ángel Moya

La familia de Álex quiere que el Monstruo no vuelva a pisar la calle, y si algún día lo hace, que sea lo más lejos posible de Logroño. La acusación familiar y la popular en nombre de la asociación Clara Campoamor pedirán la prisión permanente revisable para el asesino de Lardero, Francisco Javier Almeida, además de 15 años de cárcel por la agresión sexual previa al pequeño Álex. La familia quiere también, que cuando salga de prisión, el pederasta asesino tenga prohibido volver a poner un pie en cualquier punto de la Comunidad Autónoma de La Rioja.

Durante el juicio que arranca este lunes, 20 de marzo, en la Audiencia Provincial de La Rioja, la familia de Álex también pretende que la Justicia aclare las circunstancias en las que un asesino y delincuente sexual, reincidente como Almeida, consiguió salir de la cárcel tres años antes de que se cumpliera su condena. Al dolor de la familia se suma, además, que el asesino haya podido ver rebajada de 10 a ocho años su condena anterior por violación, gracias a la Ley Montero.

Francisco Javier Almeida no tenía que estar en el parque de Lardero (Logroño) el 28 de octubre de 2021, cuando se llevó al niño Álex. En realidad, no debía haber salido de la cárcel jamás, pero el asesino siempre se ha beneficiado de la ley de una forma o de otra.

Almeida fue condenado en 1993 por un delito de agresión sexual a siete años de prisión. Salió en 1997, sólo cuatro años después. En 1998 violó y asesinó salvajemente a una agente inmobiliaria y fue condenado a 20 años por el asesinato y a 10 años por la agresión sexual.

Salió en el año 2020, tres años antes de cumplir la pena íntegra, porque ya había cumplido tres cuartas partes de su condena y se había portado bien en los 39 permisos que había disfrutado. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias decidió soltarle frente a la oposición de algunos de sus técnicos. El juez de vigilancia penitenciaria suscribió la decisión y la Fiscalía no se opuso. Almeida, el asesino, salió en 2020 y se asentó en Lardero frente a un colegio y un parque infantil.

Pronto comenzó a acosar a los menores. Algunos han relatado durante el proceso que intentó atraerlos a su casa en varias ocasiones. Los menores, incluso, le hicieron fotografías y avisaron a sus padres. Los padres llamaron a la Policía Local y a la Guardia Civil, pero nadie fue a pedir explicaciones al asesino y nadie descubrió que era un agresor sexual. Finalmente, Almeida volvió a atacar el 28 de octubre de 2021.

Esa tarde, a las 20:30 horas, el asesino de Lardero se dirigió hacia los niños y convenció a Álex, de nueve años, para que le ayudara cuidar un perro que le aseguró tenía en su casa. Subió al piso con el niño, le agredió sexualmente y lo asfixió hasta matarlo. El escrito del fiscal cuenta que «cogió al niño en brazos junto con sus zapatos y la peluca y salió a las escaleras con el ánimo de bajarlo hasta el garaje y deshacerse del cuerpo con su automóvil». Afortunadamente, fue sorprendido por los vecinos y policías que buscaban al menor.

Los testigos y las pruebas recogidas por los guardias civiles de criminalística en el escenario del crimen, aseguran una condena en condiciones para el asesino de Lardero. La familia de Álex también luchará durante el juicio para que se esclarezca la responsabilidad del Estado en la liberación del criminal. La letrada de la familia y de la asociación Clara Campoamor, Alicia Redondo, ha pedido en numerosas ocasiones que le entreguen los informes que permitieron salir de la cárcel al Monstruo para analizarlos, pero se los siguen negando.

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