Decenas de indigentes se adueñan del aeropuerto de El Prat entre peleas y suciedad
Ignorados por el Ayuntamiento y la Generalitat
Viven en los aparcamientos y en las terminales
Decenas de indigentes viven, en el sentido más amplio de la palabra, en el aeropuerto de El Prat de Barcelona entre frecuentes peleas y suciedad. Muchos, víctimas de sí mismo o del mercado de trabajo, sufren problemas mentales. Todos malviven el las terminales y en los aparcamientos del aeródromo, olvidados por el Ayuntamiento y la Generalitat.
Es cerca de un centenar de personas y hasta en estas circunstancias de miseria todavía hay diferencias de clase. Los afortunados viven en pequeños trasteros o rincones de las grandes moles de aparcamiento del aeropuerto de El Prat. Otros, varios de los cuales sufren problemas de salud mental, se acumulan en las terminales, cerca de las puertas, en pasillos, en los bajos de las escaleras mecánicas y a los pies de los mostradores de facturación.
El personal de seguridad y los trabajadores expulsan a los indigentes de las salas del aeropuerto antes del amanecer, aunque los primeros turistas que aterrizan en Barcelona se cruzan con ellos en las aceras del aeropuerto del Prat. Si se fijan, se les puede ver aseándose en algún baño, o intentando pasar desapercibidos en el algún rincón.
Años viviendo en el aeropuerto
Los que viven en los aparcamientos tienen mejor vida. Disponen de colchones tirados en las esquinas y hasta cubos para lavarse. Los más afortunados ocupan pequeños trasteros o cuartos de luz. Algunos han instalado pequeñas cocinas con cartones y salas de estar con sillones recuperados de la basura en el aparcamiento, a la vista de los viajeros que dejan el coche en el aeropuerto.
Algunos de estos indigentes llevan más de tres años viviendo en el aeropuerto de El Prat. Lo prefieren a vivir como «sin techo» en Barcelona. En el aeropuerto hay robos y peleas al día, pero aún así les parece más seguro que las calles de la ciudad.
La comida la consiguen en los contenedores de basura donde van a parar los menús caducados que ya no pueden servirse en los aviones. Utilizan los aseos del aeropuerto para lavarse y una vez al mes se acercan a alguna lavandería de Barcelona a lavar la ropa.
Alcoholismo y peleas
El alcoholismo y los problemas mentales son sus principales enemigos. Abandonados por los servicios sociales catalanes, son víctimas y verdugos en robos y peleas habituales. Sólo hace cuatro semanas que una de estas reyertas se cobró un herido muy grave en la Terminal 2 de El Prat durante una pelea brutal entre varias personas «sin techo». Fue un domingo por la noche. Estalló una reyerta entre los indigentes y uno hirió a otro de un botellazo en la cabeza, dejándolo herido muy grave en un charco de sangre con un traumatismo relevante.
Los servicios de emergencias trasladaron a la víctima al hospital donde quedó ingresado y fuera de peligro días después. Tras el estudio de las cámaras de seguridad, los Mossos identificaron al autor de la agresión y lo buscan para ser detenido.
No es una excepción. Las peleas son constantes, algunas graves y otras no tanto, y los Mossos, que no pueden expulsar a los indigentes de unas instalaciones en las que manda AENA mientras no cometan ningún delito, se centran en los carteristas y «envuelvemaletas» que pululan por el recinto aeroportuario.
Desde hace años, los indigentes se han ido adueñando del aeropuerto de El Prat. Ellos se quejan de que servicios sociales no les ofrece alternativa, algunos consiguen salir de allí, otros son veteranos con un lustro de vida en los pasillos del aeródromo.