El avión de Jerez que se estrelló en Letonia llevaba a bordo a la familia propietaria de Quick Air
El avión privado que despegó este domingo de Jerez (Cádiz) y se estrelló por la tarde en aguas de Letonia llevaba a bordo al empresario alemán Karl Peter Griesemann, de 72 años, dueño de la compañía alemana de aerotaxis y aviones medicalizados Quick Air, con sede en Colonia. Al parecer él mismo pilotaba la aeronave donde viajaba junto a su esposa Julia, de 68 años, su hija Lisa Maria, de 26 años y el novio de ésta, de 27 años, aunque otras fuentes hablan de una amiga de la joven. La familia había pasado parte de sus vacaciones en una casa que poseen en Zahara de los Atunes (Cádiz), en concreto en la urbanización Atlanterra.
El avión, un Cessna con número de vuelo OE-FGR, estaba matriculado en Austria y su hoja de ruta era de Jerez a Colona (Alemania), unos 3.500 kilómetros en total. El Cessna 551 Citation II es un avión a reacción de negocios, bimotor y con capacidad para hasta 8 pasajeros.
Según el diario alemán Bild tras el despegue sin incidentes el vuelo alcanzó su altura de crucero de 36.000 pies hasta entrar en el espacio aéreo alemán. A las 16.15 las autoridades germanas, tras recibir información de pérdida de presión en la cabina y perder el contacto con el avión deciden poner en alerta a la base áerea de Rostock-Laage y envían un caza de la Luftwafe para averiguar qué podía haber pasado.
Luego el avión supera Polonia, Kaliningrado y entra en Lituania. A las 17.30 la aeronave comienza a descender en espiral sobre el agua frente a las costas de Letonia tras agotar, supuestamente, todo el combustible. Un caza F 16 danés siguió al jet privado hasta que se estrelló e informó de que no había visto a nadie en la cabina
Los restos del avión fueron localizados por un helicóptero sueco. La compañía Quick Air fue fundada en 1992 y cuenta con una flota de diez ambulancias aéreas. Según publica el periódico alemán Bild, los equipos de rescate por ahora solo han encontrado combustible y restos del avión en el lugar del accidente.
El empresario Griesemann era muy conocido dentro del mundo del Carnaval de Colonia. «Estoy atónito por la muerte repentina de Peter Griesemann, su esposa y su hija. Mi más sentido pésame para la familia. Peter se ha movido mucho en la ciudad a lo largo de las décadas, como empresario y como participante del carnaval. El carnaval y yo personalmente hemos perdido en él a un valioso consejero y un fiel amigo», lamentó Christoph Kuckelkorn, presidente del Comité del Festival del Carnaval de Colonia, en declaraciones al Bild.