¿Qué santos se celebran hoy, domingo 15 de diciembre de 2024?
San Valeriano de Abbensa, obispo, destaca entre los santos que hoy se celebran
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¿Qué santos se celebran hoy, domingo 15 de diciembre de 2024? Como todos los días del año, la Iglesia Católica honra a diversos santos, recordando sus vidas de entrega y devoción. Este día no podía ser entonces distintos y de hecho, en este domingo 15 de diciembre de 2024, se celebra a varios santos entre los que destacan sobre todo San Valeriano de Abbensa, un mártir cuya fe lo convirtió en un símbolo de resistencia ante la persecución.
El de Valeriano no es que sea un nombre muy popular, pero no por ello inexistente, de modo que aquellos que tienen este nombre (en España, según el INE hay personas que lo llevan con una media de edad de más de 67 años) reciben hoy su felicitación. Pero junto a San Valeriano, en este día celebramos también a San Úrbez o Urbicio de Nocito, una figura de referencia en los Pirineos, y a la beata María Victoria Fornari, conocida por su ejemplo de vida familiar y espiritual. Estos nombres, aunque distintos en su contexto histórico y legado, comparten el testimonio de fe que sigue inspirando a creyentes de todo el mundo. A continuación, exploraremos más a fondo las vidas de estos santos, profundizando en su historia y en la influencia que tuvieron en sus comunidades y en la Iglesia, además de enumeraros también al resto de santos que se celebran en este día.
San Valeriano de Abbensa
San Valeriano de Abbensa, venerado como santo por las iglesias católica, ortodoxa y luterana, fue obispo de Abbensa, en África proconsular, durante el siglo V. Su historia está marcada por la resistencia frente a la persecución religiosa liderada por el rey vándalo Genserico, quien intentó imponer la doctrina arriana en su territorio. Valeriano es recordado como un símbolo de fidelidad y firmeza en la fe, destacándose especialmente por su valentía al negarse a entregar los utensilios sagrados de su iglesia, lo que eventualmente le costó la vida.
El Martirologio Romano relata que Valeriano, ya octogenario, fue expulsado de su residencia episcopal y dejado expuesto a la intemperie por orden de los gobernantes vándalos. Esta decisión no solo representaba una condena física, sino también una forma de humillación y desprecio hacia el líder espiritual que había osado desafiar la autoridad de Genserico. Sin embargo, lejos de doblegarse, Valeriano mantuvo su fe firme hasta el final, convirtiéndose en un mártir de la resistencia católica frente a las presiones del poder político.
La vida de San Valeriano se desarrolló en un contexto de intensos conflictos doctrinales y políticos. Genserico, el rey vándalo, toleró en ciertos momentos el catolicismo, pero exigió la conversión de sus consejeros más cercanos al arrianismo. Esta postura se extendió también a los obispos y líderes eclesiásticos, quienes debían entregar los bienes y utensilios sagrados como símbolo de sometimiento. Valeriano, sin embargo, se negó repetidamente, defendiendo la dignidad de la Iglesia y la autenticidad de su fe.
Antes de su expulsión, Valeriano fue objeto de intentos de desprestigio personal, ataques doctrinales y presiones políticas. Pese a ello, se enfrentó al rey con valor, defendiendo la integridad de la fe católica frente a las imposiciones arrianas. La negativa a entregar los cálices sagrados no fue solo un acto de desobediencia, sino una declaración de principios, un recordatorio de que la fe y los valores espirituales están por encima de las imposiciones terrenales.
La respuesta de Genserico fue implacable: Valeriano fue expulsado de la ciudad mediante un edicto que también prohibía que se le diera refugio o alimento. Esta orden condenó al anciano obispo a vagar sin hogar ni sustento, enfrentándose a las duras condiciones del clima y a la indiferencia de quienes temían desafiar al rey. Vivió largo tiempo a la intemperie, sufriendo privaciones extremas hasta su muerte, ocurrida alrededor del año 460, cuando tenía cerca de 90 años. Algunas fuentes sitúan su fallecimiento en 457.
A pesar de las circunstancias adversas, su figura se mantuvo como un símbolo de resistencia y fe inquebrantable. San Valeriano no solo es recordado por su martirio, sino también por su legado como líder espiritual que no cedió ante las presiones del poder político, defendiendo la libertad de culto y los valores de la Iglesia.
La festividad de San Valeriano de Abbensa se celebra cada 15 de diciembre. Su ejemplo sigue vivo en la memoria de los creyentes, especialmente en contextos donde la libertad religiosa está amenazada. Es un recordatorio de que la fe auténtica puede resistir incluso las pruebas más duras, inspirando a generaciones de cristianos a mantenerse firmes en sus convicciones.
San Úrbez o Urbicio de Nocito
San Úrbez, también conocido como Urbicio, vivió en los Pirineos durante el siglo VIII. De origen humilde, se dedicó a la vida ermitaña, optando por el aislamiento y la contemplación en las montañas de Aragón, donde buscaba una conexión más profunda con Dios. Su fama como hombre santo creció rápidamente entre los habitantes de la región, quienes acudían a él en busca de consejo y consuelo.
Úrbez también es recordado por sus milagros, especialmente por su capacidad para proteger a las comunidades agrícolas de plagas y desastres naturales. En la localidad de Nocito, su lugar de residencia, se conserva una capilla dedicada a su memoria. Incluso hoy, los fieles de la región celebran su festividad con procesiones y romerías, reconociendo su papel como protector y guía espiritual.
Beata María Victoria Fornari
La beata María Victoria Fornari nació en Génova, Italia, en 1562. Fue esposa y madre de seis hijos, pero tras la muerte de su marido, decidió consagrar su vida a Dios. Su camino espiritual la llevó a fundar la Orden de la Anunciación, conocida también como las Anunciadas, dedicada a la oración, la penitencia y el servicio a los más necesitados.
Su vida estuvo marcada por la fortaleza frente a las adversidades, la compasión hacia los pobres y la devoción a la Virgen María. Su ejemplo de equilibrio entre la vida familiar y la consagración religiosa sigue siendo una inspiración para las mujeres de todas las épocas. Fue beatificada en 1828 por el Papa León XII, y su fiesta es una oportunidad para reflexionar sobre la capacidad de transformar el sufrimiento en entrega y amor.
Otros santos que se celebran el 15 de diciembre
Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos:
- San Valeriano de Abbensa, obispo
- San Maximino de Micy, presbítero y abad
- San Úrbez o Urbicio de Nocito, monje y sacerdote
- Beato Marino de Cava, abad
- Beata María Victoria Fornari
- Beata Virginia Centurione Bracelli
- Santa María Crucificada de Rosa, virgen
- Beato Carlos Steeb, presbítero