Un párroco condenado a cinco años de cárcel por abusos sexuales a su monaguilla, de 10 años
El titular de la Sección Segunda de la Audiencia de Córdoba ha condenado a cinco años y un día de cárcel a un párroco, que fue acusado de abusos sexuales a una de sus monaguillas, de 10 años, cuando ejercía su ministerio en Villanueva del Duque (Córdoba).
Fuentes judiciales han explicado a Efe que el párroco, de 50 años y trasladado a Espiel durante la instrucción del caso, donde ahora ejercía el sacerdocio, ha sido condenado al entender el tribunal que abusó de una niña de 10 años, monaguilla en la parroquia de su anterior destino, hechos que denunciaron los padres en abril de 2015.
En el juicio, celebrado a puerta cerrada a petición de la acusación particular, el cura negó los hechos e incluso manifestó no comprender el motivo por el que le acusaban, mientras que el Ministerio Fiscal expuso que debido a la relación de confianza del sacerdote con la familia de la niña, ésta le ayudaba como monaguillo.
En este marco de confianza, «se produjeron diversas situaciones en las que el procesado le realizaba tocamientos con intención de satisfacer sus deseos sexuales», expresaba el fiscal en su escrito a pesar de que la defensa pedía la libre absolución, algo que mantendrá en el recurso de casación que su letrado, Carlos Arias, va a solicitar, según ha informado a Efe.
Mientras tanto, el párroco se despidió en la homilía de la misa de este miércoles en la Parroquia de Espiel de sus feligreses, muchos de los cuales, sobre todo mujeres más allegadas a su grupo de amigos, han estado ayudándole a embalar sus pertenencias y, según vecinas del pueblo consultadas, que han preferido no revelar su identidad, «nos ha dicho que se va a un monasterio a descansar».
Por su parte, el Obispado de Córdoba, ha manifestado en un comunicado que acatará la decisión judicial y ha recordado que la diócesis «ha colaborado con la justicia civil» desde que se denunció el caso en 2015 y que «está dispuesto a seguir haciéndolo respetando la decisión de los tribunales y acatando la sentencia cuando sea firme».