A las pocas horas de una cirugía de la obesidad, el organismo ya mejora la gestión de azúcares y grasas
La cirugía bariátrica está indicada en pacientes con un IMC superior a los 30 kg/m2 o los 35 kg/m2 si existen enfermedades asociadas
Cerca de 400.000 personas sufren obesidad severa y menos del 3% consigue acceder a la cirugía bariátrica
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Cuando un paciente es sometido a una cirugía bariátrica o de la obesidad, los beneficios para su salud son inmediatos, apreciándose incluso horas después de la intervención. «Los pacientes en algunos casos tienen miedo porque supone un cambio de estilo de vida para siempre, además de porque tienen miedo a la propia intervención. Sin embargo, con las nuevas técnicas laparoscópicas es una cirugía totalmente segura en la que el paciente es dado de alta entre 48-72 horas después de la operación» explica el Dr. Federico del Castillo, cirujano general y digestivo y Responsable de la Unidad de Cirugía Bariátrica del Centro-Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED).
Así cambia el organismo
Los cambios en el organismo empiezan a notarse a las pocas horas de la operación. El organismo empieza a realizar una gestión más adecuada de la glucosa, el colesterol y la hipertensión (patologías que conforman el llamado síndrome metabólico), que antes no podía controlar ni con dietas ni con medicación.
Pasadas unas semanas, el paciente empieza a contralar el apetito y nota antes la sensación de saciedad. «Uno de los problemas de los pacientes con obesidad y sobrepeso es que son incapaces de controlar su apetito debido a que las hormonas grelina y leptina (secretadas por el estómago) mandan al cerebro la señal de que necesitan seguir comiendo» añade el Dr. Federico del Castillo.
A partir del mes, los pacientes pueden volver a practicar deporte de leve impacto y a sus ocupaciones laborales (en caso de que estas supongan pasar mucho tiempo de pie o tengan un componente físico o de movilidad alto). Esto acelera la pérdida de peso, además de que aumenta la autoestima del paciente al ver que la intervención esta «dando los frutos deseados» tanto en adelgazamiento como en la mejoría de enfermedades que tenían como causa el sobrepeso o la obesidad.
A los seis meses de la operación, es normal que los pacientes hayan perdido de media entre 20/25 kilos, que supone el 80% del exceso de peso que tenían antes de la cirugía bariátrica. Además, hasta un 90% de los pacientes no necesitan la utilización antidiabéticos orales o inyectables (insulina), medicación para tratar la hipertensión o para controlar los niveles de colesterol.
«Además suelen desaparecer los síntomas del reflujo gastroesofágico y los dolores articulares en las lumbares o las rodillas, causadas por el excesivo peso que han tenido que soportar. Por supuesto, la mejoría física supone una mejoría en la esfera emocional y psicológica de los pacientes. Recuperan la autoestima que, en muchos casos, supone recuperar su vida social y personal» afirma el Responsable de la Unidad de Cirugía Bariátrica de CMED.
Por otra parte, la cirugía bariátrica mejora la tasa de embarazos. La obesidad y el sobrepeso hacen que disminuya el número y la calidad de los espermatozoides, así como impotencia funcional. Por su parte, las mujeres tienen una disfunción del sistema hormonal que regula la maduración del folículo ovárico, la menstruación y la concepción. Por lo que además de aumentar la tasa de embarazos, disminuye las diabetes gestacionales, la hipertensión y los partos prematuros.
«El control médico por parte de cirujanos bariátricos, endocrinos y nutricionistas y psicólogos es fundamental para que todas estas mejoras en la salud vayan dándose mes tras mes, ya que supone que el paciente “reaprenda” a comer e incorpore una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio a su nueva forma de vida» matiza el Dr. Del Castillo.