Ni 4 ni 5: la cantidad de huevos diarios que deben comer los mayores de 65 para tener una dieta equilibrada

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Llevar una buena alimentación es clave para mantenerse sano y con energía al llegar a la tercera edad. Pero no basta con comer cualquier cosa. Hay que adaptar la dieta a lo que el cuerpo necesita en esta etapa.
Los huevos, un alimento común y muy accesible, han generado dudas sobre cuántos se pueden comer al día después de los 65 años. Hoy, la ciencia nos ayuda a entender cuál es la cantidad ideal para aprovechar sus beneficios sin riesgos.
Cuántos huevos deben comer al día los mayores de 65 años en una dieta saludable
Las guías actuales del Instituto de Estudios del Huevo no sugieren restricciones estrictas sobre cuántos huevos diarios deben comer los adultos mayores, sino que integran su consumo dentro de un patrón alimentario variado y equilibrado.
Para quienes llevan un estilo de vida sedentario o tienen un menor peso corporal, se aconseja no superar las 2 o 3 unidades semanales. En cambio, los mayores activos, con grandes demandas energéticas, pueden incluir hasta un huevo diario sin comprometer su salud.
Esta cantidad, combinada con otros alimentos proteicos como pescados y carnes magras, contribuye a satisfacer las necesidades nutricionales esenciales en esta etapa.
Beneficios nutricionales del huevo para la salud en la tercera edad
El huevo destaca por su denso perfil nutricional, con proteínas de alta calidad que facilitan la conservación de la masa muscular, fundamental para prevenir la sarcopenia, un problema común en personas mayores. Dos huevos medianos aportan casi un tercio de la ingesta diaria recomendada de proteínas para este grupo etario.
La yema contiene vitaminas liposolubles (como A, D, E y K) además de colina y vitaminas del complejo B, minerales esenciales como fósforo, hierro y selenio, todos con una biodisponibilidad superior.
Este alimento también es fuente de ácidos grasos omega-3, que promueven la salud cardiovascular y visual.
Asimismo, aporta luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que protegen la vista frente a cataratas y degeneración macular, enfermedades oculares frecuentes en la tercera edad.
La vitamina D, comúnmente deficitaria en los mayores, se encuentra también en el huevo, ayudando a fortalecer huesos y músculos.
¿El huevo eleva el colesterol? Mitos y realidad sobre su consumo en personas mayores
Uno de los principales mitos que persiste sobre el huevo es su impacto en los niveles de colesterol sanguíneo. Estudios recientes señalan que el colesterol dietético tiene un efecto limitado en la mayoría de las personas y que el verdadero riesgo cardiovascular está asociado principalmente con las grasas saturadas.
No hay evidencia concluyente que relacione el consumo habitual de huevos con un aumento del riesgo de enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares en individuos saludables.
Incluso para personas con diabetes o problemas cardíacos, no se han detectado efectos adversos significativos al consumir huevos. Al contrario, su aporte en antioxidantes y vitaminas del grupo B resulta beneficioso para la salud cardiovascular.
Además, es un alimento práctico y económico, con numerosas formas de preparación que facilitan su inclusión en la dieta diaria: hervido, en tortilla o añadido a purés y caldos, especialmente útil para aquellos con menor apetito o dificultades para masticar.