Lavarse las manos previene la aparición de 200 enfermedades
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Un hábito tan sencillo de hacer como lavarse las manos puede prevenir la aparición de unas 200 enfermedades, según la organización Lavado de Manos. Entre las patologías más comunes que se pueden evitar están algunas infecciones respiratorias como la gripe, bronquiolitis, tosferina o neumonía y patologías de transmisión feco-oral como la hepatitis A y E, diarrea o gastritis y gastroenteritis, entre otras.
Durante el año pasado fallecieron en el mundo más de 300.000 menores de cinco años a causa de enfermedades diarreicas vinculadas con la ausencia de agua potable, según Unicef. Las posibilidades de contraer alguna enfermedad se reducen entre un 25 y un 40% si se realiza un lavado de manos con agua antes de comer y después de ir al baño, como recogen distintos estudios.
En los países del tercer mundo no existe el hábito de lavarse las manos debido a la falta de agua potable, pero algo similar ocurre también en España, lo que resulta realmente curioso. Un informe desarrollado por WSSCC y SCA sobre las costumbres de doce países de todo el mundo, se comprobó que los españoles eran los que menos se lavaban las manos al cabo del día. Los hombres españoles unas 6,2 veces frente a las 10 ocasiones de los indios, o las 9 de los suecos.
Desde la asociación Lavado de Manos recuerdan la importancia de utilizar jabón y agua después de manipular alimentos, al tocar la tierra, usar el inodoro o cambiar pañales, antes de tocar a un bebé, después de toser o cuando se está en permanente contacto con personas mayores o enfermas. Tampoco estaría de más lavarse después de viajar en transporte público o de estar en un lugar cerrado con muchas personas.
Para que el lavado sea adecuado se necesita invertir casi un minuto, estructurando el proceso en cinco fases, que consistiría en el mojado de las manos, enjabonado, frotado, aclarado y secado. El agua es válida a cualquier temperatura, dedicando al menos veinte segundos al frotado por todos los espacios de la mano. El secado en el hogar suele hacerse con una toalla, que debe cambiarse en función del número de personas que la utilicen. Cuando haya personas enfermas deberán ser individuales.
En el caso de que tengamos que secar las manos en un lugar público, procura que este gesto se haga con una toalla de papel o por sistema de ventilación, explican los expertos. Es lo que resulta más higiénico,