Identifica, previene y trata los malos hábitos en el crecimiento de tus hijos

"La presencia de malos hábitos orales en niños en crecimiento, puede originar o empeorar, la presencia de anomalías dentales o maxilares, a causa de alteraciones del equilibrio neuromuscular, que se producen en los labios, lengua o mejillas"

Sonrisa gingival o «Gummy Smile»: soluciones odontológicas y estéticas

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Dres. Pablo Sada García-Lomas y Sara Martínez Mármol.
  • Dres. Pablo Sada García-Lomas y Sara Martínez Mármol

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En el proceso de crecimiento de nuestros hijos, es crucial considerar cómo ciertos hábitos orales influyen en su desarrollo. Malos hábitos como la deglución atípica, la succión de dedo y chupete, así como la respiración oral, pueden perturbar el crecimiento bucal y su tratamiento es de suma importancia para evitar posibles alteraciones dentales o de tejidos blandos. Mi propósito, es dar a conocer estos malos hábitos para que los padres nos ayudéis en su manejo clínico.

Tipos de hábitos y su impacto

Un hábito es una acción repetida y mantenida en el tiempo que se realiza de forma automática y existen dos tipos de hábitos: aquellos naturales como la succión, la deglución y la respiración nasal y los perjudiciales, como la deglución atípica, la respiración oral y la succión digital.

Es crucial evitar discutir estos hábitos frente al niño, ya que la preocupación de los padres puede reforzar el hábito negativo. En la consulta, proporcionamos información sobre el hábito identificado, recomendaciones alimenticias y el tratamiento necesario y personalizado en cada caso.

Deglución atípica

La deglución atípica es una alteración en la forma de tragar de nuestros hijos, que se caracteriza por una inadecuada actividad de la lengua, pudiendo generar cambios negativos en el crecimiento de la boca.
La forma en la que el bebé traga alimentos va variando a medida que crece y cambia su alimentación. En los recién nacidos, la lengua se introduce entre las encías y colabora en el sellado labial para poder alimentarse que, es lo que se conoce como deglución infantil.

Es esencial que, entre los 18 meses y los 6 años, se produzca una transición hacia una deglución adulta, donde la lengua apoye en el paladar al tragar. La persistencia de la deglución infantil puede derivar en la deglución atípica, lo que afecta negativamente el habla y la alimentación.

Este hábito puede ejercer presión sobre los dientes y provocar mordidas abiertas o mal posición dental. Una mordida correcta es aquella en la que los dientes del maxilar superior contactan de forma equilibrada con los dientes del maxilar inferior, permitiendo así una adecuada masticación.
Además, puede afectar la musculatura circundante de la boca, causando labios laxos y dificultades para hablar correctamente, con dificultad para pronunciar ciertos fonemas como /d/, /t/, /l/, /n/, /r/.

¿Qué puede hacer que nuestro hijo presente deglución atípica?

Son varios los factores que pueden originar que nuestro hijo tenga deglución atípica, factores anatómicos como amígdalas hipertróficas y frenillo lingual corto, factores funcionales como una dieta líquida prolongada, uso de chupete o tetinas de forma prolongada, la succión digital, morderse las uñas, chupar objetos… y factores hereditarios o malformaciones congénitas entre otros.

Como padres podemos prevenir la aparición de la deglución infantil evitando el uso prolongado del biberón y del chupete. Numerosos estudios demuestran los beneficios del chupete para los bebés, pero un uso prolongado más allá de los 24 meses puede traer consecuencias negativas en el crecimiento del niño.

Es importante el diagnóstico precoz y el tratamiento de esta patología, por lo que es fundamental acudir al odontopediatra de forma rutinaria cada seis meses para prevenir o tratar a tiempo la deglución atípica. Se recomienda que la primera visita al dentista se realice en torno al primer año de vida o cuando erupciona el primer diente y posteriormente acudir a revisiones semestrales. Nuestro odontopediatra nos dará las pautas de higiene y las pautas de alimentación necesarias para conseguir un crecimiento normal de la cavidad oral.

Pequeños consejos a la hora de las comidas que pueden ayudarnos a tragar adecuadamente:

• Comer todo tipo de alimentos, haciendo hincapié en la masticación de alimentos de consistencia dura y fibrosa.
• Comer con la boca cerrada.
• Al tragar, apoyar la lengua contra el paladar, concretamente apoyando la punta de la lengua sobre las arrugas palatinas que se encuentran en la parte anterior del paladar detrás de los dientes anteriores.
• La musculatura que rodea la boca debe estar en reposo al tragar y no hacer fuerza ni movimientos compensatorios.
• Masticar bien el alimento, la masticación debe ser bilateral.
• Comer despacio, no llevándonos a la boca trozos muy grandes.
• Evitar las distracciones durante las comidas, hablar mucho, ver pantallas… para que el niño sea consciente de la forma adecuada de tragar.

Por último, si nuestro hijo presenta deglución infantil, debes saber la importancia de un tratamiento multidisciplinar, llevado a cabo por logopeda, odontopediatra y ortodoncista.

Respiración oral

La respiración oral hace referencia al hábito de respirar por la boca. La respiración normal se realiza a través de la nariz, aunque son muchos los niños que mantienen la boca abierta de manera constante para respirar por ella. Ver a un niño o niña con la boca abierta constantemente no es percibido como algo alarmante ya que se desconocen las importantes consecuencias que puede tener en el crecimiento y desarrollo de un niño.

En una respiración normal el aire se introduce libremente por la nariz mientras que la boca se encuentra cerrada. La respiración nasal, mejora nuestra salud respiratoria, nos protege de patógenos como virus, bacterias, hongos y esporas y facilita la circulación de oxígeno por todo el cuerpo. Además, produce un correcto crecimiento del maxilar superior. Sin embargo, cuando el aire se introduce por la boca, esta se encuentra abierta, lo que provoca que tanto la musculatura que rodea la boca. como la lengua, tengan que adaptarse. La lengua se queda en una posición baja, para permitir la entrada de aire y, los músculos de la masticación y de los labios, pierden fuerza.

¿Qué produce que nuestro hijo respire por la boca en vez de respirar normalmente por la nariz?

Aquellos niños que tengan una obstrucción funcional o anatómica de la vía aérea como, adenoides o amígdalas hipotróficas, tabique nasal desviado, pacientes con rinitis alérgica o causas transitorias como un constipado en invierno.

¿Qué problemas podemos tener por respirar por la boca?

Si nuestro hijo respira por la boca en vez de por la nariz, existen unas características clínicas fáciles de reconocer. Estos niños suelen tener una carita estrecha y alargada, su boca siempre entreabierta, y presentan un labio superior corto y un labio inferior más grueso y evertido y pueden estar agrietados. Comúnmente sus mejillas se encuentran flácidas y suelen tener ojeras. A veces, la forma de hablar de estos pacientes es imprecisa y tienen un exceso de saliva. Por las noches, presentan babeo y ronquido, los ronquidos constantes durante la etapa infantil no se deben normalizar.

Además, a veces estos ronquidos se asocian a episodios de apnea (cuando el niño deja de respirar) interfiriendo en una correcta oxigenación del organismo. Estos niños tienen tendencia a levantar la barbilla y adelantar el cuello para respirar mejor y pueden padecer cuadros clínicos como otitis de repetición. Se ha visto como estos pacientes, pueden tener también alteraciones psicosociales, trastornos intelectuales, apatía, cansancio y disminución en la concentración. Su rendimiento escolar puede verse afectado. Cuando un niño no respira bien y no duerme, ni descansa de forma correcta, entra en un ciclo de cansancio e irritabilidad. Por lo general, los pacientes que respiran por la boca están más irritados, somnolientos y fatigados en su día a día.

El odontopediatra reconoce una serie de manifestaciones clínicas que le harán sospechar que el niño respira por la boca. Podemos encontrar una falta de crecimiento del maxilar superior, mordidas cruzadas y el paladar ojival. Pueden presentar maloclusiones como mordidas abiertas, paladar estrecho y mandíbula retraída.

Por último, nos encontraremos también problemas dentales y óseos al tener la boca abierta constantemente. Se reduce el flujo de la saliva, son más propensos a la formación de caries, a la inflamación de encías y al mal aliento.

El odontopediatra valorará en la consulta si su hijo respira o no por la boca y, en caso de tener una respiración oral, es muy importante una interconsulta con el otorrinolaringólogo, para que realice un estudio profundo y valore la necesidad de tratamiento. Posterior a la valoración por parte de otorrino y una vez eliminada la causa de la respiración oral, se recomiendan controles periódicos, con el odontopediatra y logopeda, para reestablecer la vía aérea, redireccionar el crecimiento de los maxilares y trabajar la musculatura.

Un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado de la causa de la respiración oral, son uno de los mejores métodos de prevención de las deformidades de los maxilares. El tratamiento siempre requerirá de un equipo multidisciplinar, formado por otorrinolaringólogo, logopeda, odontopediatra y ortodoncista.

Succión digital

La succión digital se trata de un hábito nocivo muy frecuente en niños en crecimiento. Ya desde la vida intrauterina nos podemos encontrar cómo los fetos succionan el dedo, la succión es un hábito necesario en los primeros meses de vida ya que el niño se alimenta a través de ella, ya sea de forma natural o artificial con tetinas.

Muchos niños abandonan el hábito de forma natural y otros terminan buscando la succión para autosatisfacerse, por aburrimiento o para conciliar el sueño.

Existen dos tipos de succión, nutritiva (lactancia materna o biberón) y no nutritiva como succión de dedo, labio, mejilla, chupar objetos como una mantita y el chupete, estos hábitos se conocen como hábitos reconfortantes o placenteros y deberían desaparecer a medida que los niños crecen, por su propia iniciativa o con el apoyo de familiares.

La succión digital es el hábito que consiste en introducir un dedo, generalmente el dedo pulgar en la boca provocando una contracción de la musculatura.

Podemos clasificar la succión digital en tres etapas, una primera etapa que va desde el nacimiento hasta los tres años aproximadamente. En ocasiones, esta primera etapa, puede aparecer al dejar de dar el pecho o con la retirada del chupete. Una segunda etapa, que va de los tres años a los 6 o 7 años, en la que la succión digital, puede ir asociada a problemas psicológicos. La segunda etapa es la más idónea para el tratamiento de las malformaciones que haya originado el hábito de succión digital, siempre y cuando éste, se haya eliminado. Por último, una tercera etapa para aquellos niños mayores de 7 años en los que continua el hábito de chuparse el dedo y en los que no se ha comenzado el tratamiento ortodóncico.

La succión del dedo, en concreto el pulgar, es el hábito que más perjudica la oclusión (mordida) y la alteración resultante depende de varios factores como la posición del dedo, la intensidad de la succión, el tiempo, la frecuencia con la que se realiza, la contracción de la musculatura, la posición de la mandíbula durante la succión y la edad de interrupción del hábito.

La desaparición del hábito de succión digital debería ocurrir alrededor de los tres años, pero es muy complicado, puesto que, si el niño no quiere dejar de chuparse el dedo, la insistencia del adulto, solo reforzará aún más el hábito.

¿Cómo puede aparecer el hábito de succión digital?

A veces aparece como consecuencia de una frustración psicológica o puede aparecer en pacientes que no han usado el chupete y no han satisfecho sus necesidades de succión, reforzado en ocasiones, por situaciones conflictivas educacionales, sociales y emocionales. En ocasiones puede aparecer tras retirar el chupete.

¿Qué signos clínicos podemos encontrar en los niños con succión digital?

Podemos observar una mordida abierta anterior, malposición de dientes anteriores, superiores e inferiores, paladar estrecho y ojival, e incompetencia labial (no existe sellado labial, ya que el labio superior queda corto e hipotónico).

¿Qué tratamiento podemos ofrecer a los niños con succión digital?

Como tratamiento para eliminar el hábito de chuparse el dedo, lo primero de todo es considerar siempre las connotaciones afectivo-emocionales que pueden acompañarlo.

Determinar si está asociado a un factor de placer o se asocia también a factores emocionales. Están totalmente desaconsejadas las técnicas restrictivas del hábito.

En los niños entre 4 y 6 años, se puede iniciar el tratamiento para modificar la conducta, con refuerzos positivos, premios, calendarios… Si estas técnicas no resultan efectivas, ocasionalmente se pueden utilizar medidas preventivas como esmaltes de uñas con mal sabor, guantes, etc. En aquellos niños, en los que el hábito no desaparece con las medidas mencionadas, se puede valorar en consulta, la colocación de aparatología para conseguir el cese del hábito. El tratamiento psicológico en estos casos, es fundamental para conocer el carácter, la personalidad, la actitud y el equilibrio emocional del niño. Además, se valora también el ambiente familiar, acabar con el hábito dependerá en gran parte de la motivación del paciente y de los que le rodean.

Si el hábito de succión digital, desaparece antes de la erupción de los dientes anteriores permanentes, desaparece o mejora la maloclusión ocasionada, sin embargo, si el hábito persiste una vez erupcionando los dientes permanentes, la maloclusión empeora.

Conclusión

La presencia de malos hábitos orales en niños en crecimiento, puede originar o empeorar, la presencia de anomalías dentales o maxilares, a causa de alteraciones del equilibrio neuromuscular, que se producen en los labios, lengua o mejillas. Debido a esto, es muy importante el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado llevado a cabo siempre por un equipo multidisciplinar, para conseguir un correcto crecimiento y un desarrollo armónico de las estructuras de la cavidad oral.

• Dr. Pablo Sada García-Lomas

Es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Estomatología y Cirugía Oral por la Universidad de Sevilla. Pionero en España en la colocación de implantes osteointegrados, fue profesor de Implantes de Implant Innovations (3i) desde el comienzo. Práctica privada dedicada en exclusiva a Implantes, Prótesis, Alta Estética Dental y Cirugía Bucal. Especializado en las nuevas técnicas de la Odontología Digital con Inteligencia Artificial (IA): Digital Smile Design (DSD) y Carillas dentales guiadas de precisión FirstFit.

• Dra. Sara Martínez Mármol

Es Licenciado en Odontología por la Universidad San Pablo CEU de Madrid, Máster en Odontopediatría por el Hospital San Rafael de Madrid y Colaboradora docente en la actualidad de dicho Máster. Actualmente, también es Profesora adjunta del Departamento de Integrada Infantil en la Universidad Europea de Madrid. Formaciones especializadas en Ortodoncia Interceptiva y Miofuncional en Pacientes en Desarrollo, Endodoncia Clínica con Microscopio y Cirugía Endodóntica y Sedación Consciente con Óxido Nitroso y RCP. Autora de numerosas publicaciones, compagina su labor docente con la práctica privada en la Clínica Sada.

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