Dormir mal una noche es como una dieta alta en grasas
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Un inadecuado descanso por las noches podría afectar de manera considerable la sensibilidad de la insulina, originando así enfermedades como la diabetes. Es una de las grandes conclusiones que se extraen de una investigación realizada por el médico del hospital Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles, Josiane Broussard. Por lo tanto dormir mal una noche es como una dieta alta en grasas, ya que ambos provocan una alteración en la insulina.
De hecho el propio Broussar asegura que pasarse una noche sin pegar ojo puede resultar tan dañino para la sensibilidad a la insulina como una dieta rica en grasas durante seis meses. Con este estudio se demuestra lo importante que resulta descansar las suficientes horas para conservar en unos niveles adecuados el azúcar en sangre y de esta manera rebajar las posibilidades de sufrir enfermedades como la diabetes y la obesidad.
En dicha investigación se recuerda además que la falta de sueño conduce a ingerir una mayor cantidad de comida, provocando así un incremento en cuanto al riesgo de enfermedades. Las pruebas se realizaron en perros, pero los investigadores consideran que el metabolismo de los humanos puede funcionar de una manera muy parecida.
Cambios en el sueño
Otro estudio publicado hace unos días en el ‘Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism’ desveló el daño que puede provocar en el organismo los cambios de rutina de sueño. Es decir, madrugar mucho por semana después de levantarse tarde el sábado y el domingo, incrementa el riesgo de sufrir problemas metabólicos como dolencias del corazón y diabetes. Desde hace unos años se viene recordando los trastornos que provoca el trabajo por turnos por culpa de la interrupción del sistema circadiano. Está demostrado que la gente que tiene un empleo por turnos cuenta con más posibilidades de acabar con una enfermedad coronaria o diabetes tipo 2 si se compara con aquellas personas que siempre trabajan en horario diurno.
Durante los últimos años se ha comprobado que uno de los grandes responsables del incremento de obesidad y diabetes es la interrupción del sueño. Según los datos que presenta la Sociedad de Endocrinología el 35,1% de los mayores de edad en Estados Unidos son obesos, mientras que hay más de 29 millones con diabetes.
Otra de las conclusiones que se extraen de esta investigación es que las personas que presentaban unas mayores diferencias en cuanto a los horarios de sueño en los días descanso en comparación con los de trabajo contaban con unos niveles más altos de insulina en ayunas, un mayor índice de masa corporal, perfiles pobres de colesterol. A falta de que se realicen nuevos estudios, consideran que las obligaciones sociales y el trabajo moderno están perjudicando de manera importante a la salud y al sueño. No resultaría nada extraño que en un intento por mejorar la situación se estructurasen de otra manera los horarios laborales. Hay gente que después de 30 años a turnos no consigue dormir con facilidad y se despierta con mucha facilidad por las noches. Una consecuencia muy negativa para el organismo.