La depresión, uno de los trastornos que más sufren los adolescentes

La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento. Asimismo, supone una de las patologías más frecuentes en Atención Primaria y es la primera causa de atención psiquiátrica y de discapacidad derivada de problemas mentales.

Aproximadamente un 5%, o uno de cada 20 niños y adolescentes, tendrá un episodio depresivo antes de cumplir los 19 años. «La realidad es que menos de la mitad de estos niños reciben un tratamiento adecuado», denuncia el doctor Jorge Pla Vidal, especialista del Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica de la Clínica Universidad de Navarra, quien sostiene que «los estudios muestran que los padres suelen subestimar seriamente la intensidad de la depresión de sus hijos».

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión afecta a un 3,8% de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión. Además, cada año se suicidan más de 700.000 personas. El suicidio es la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.

En cuanto a la sintomatología, el doctor Pla Vidal especifica cuáles son los principales: la tristeza patológica, la pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar y una disminución de la vitalidad que limita el nivel de actividad y produce un cansancio exagerado, que aparece incluso después de realizar pequeños esfuerzos.

Por otra parte, algunos pacientes también presentan otro tipo de síntomas como, sentimiento de culpa o de incapacidad, pesimismo, las ideas de muerte o de suicidio, la pérdida de confianza en uno mismo o en los demás, la disminución de la concentración y la memoria, la intranquilidad, los trastornos del sueño y la disminución del apetito y de la libido, entre otros.

La depresión en el ámbito juvenil

La depresión infantil es una enfermedad psiquiátrica bastante frecuente y seria en niños y adolescentes. Se trata de una enfermedad clasificada dentro de los llamados trastornos del humor. Aproximadamente un 5%, o uno de cada 20 niños y adolescentes, tendrá un episodio depresivo antes de cumplir los 19 años, según la doctora Pilar de Castro Manglano, de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica de Navarra.

Es un problema relativamente frecuente pero que con el correcto enfoque y tratamiento tiene buenos resultados. El diagnóstico debe realizarse mediante entrevista clínica. Deberán emplearse técnicas específicas, tanto verbales como no verbales, debido a la existencia de limitaciones cognitivas y de verbalización en este grupo de edad. Por otro lado, la frecuencia de la depresión es igual en los niños y las niñas antes de la pubertad, pero a partir de la pubertad, las chicas tienen más riesgo de sufrir depresión, concreta.

En población infantil mundial, la OMS calcula que un 2% de los niños de 6 a 12 años sufre depresión, y en el caso de los preadolescentes de 12 a 14 años oscila entre el 4 y el 6%. Según la Encuesta Nacional de Salud de España (ENSE) de 2017, la depresión es casi tres veces más frecuente en la mujer (58,5%) que en el hombre (23,3%), por lo que la prevalencia en el sexo femenino duplica a la del masculino (7,1 % frente a 3,5 %).

Tratamientos para la depresión en adolescentes

Frecuentemente el tratamiento de la depresión en niños y adolescentes requiere la combinación de psicoeducación a los padres, psicoterapia y una medicación. La Clínica Navarra especifica en qué consiste cada uno de ellos:

• Tratamiento con medicación: los antidepresivos demostrados en estudios científicos que son eficaces en niños y adolescentes con depresión, son los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS). Estos medicamentos ayudan a calmar los cambios de humor que el adolescente pueda sufrir a lo largo de su pubertad. Asimismo, hay que saber que este tipo de fármacos no crean dependencia ni adicción en el paciente, pues no consisten en ningún tipo de drogas.
• Tratamiento con psicoterapia al adolescente y a la familia: es importante un apoyo con psicoterapia al niño o adolescente y a la familia, ya que muchas veces los padres se culpan erróneamente de los problemas o dificultades del paciente juvenil. También el joven se ha acostumbrado a percibir las cosas negativamente. Estas ideas más pesimistas deben ir cambiando con el tratamiento a una visión más realista.Asimismo, en las patologías que no tienen que ver con un dolor físico, lo más importante es el reconocimiento del paciente, independientemente de la edad, de necesitar alguna ayuda para apaciguar su dolor interior. Cuando ese reconocimiento existe, lo recomendable es ponerse en manos de un especialista y seguir un tratamiento en función de cada tipo de paciente.