Congestión mamaria: el problema que pueden tener muchas mujeres al dar a luz
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Las mujeres que acaban de ser madres, sobre todo las primerizas, se encuentran constantemente con situaciones que pueden provocarles temor o preocupación. En la mayoría de los casos no supone riesgos. Sin embargo, es importante conocerlos y hoy nos detenemos en la congestión mamaria.
Es un trastorno que consiste en la excesiva acumulación de leche en las madres recientes. El principal y más molesto de los síntomas de esta condición es que los pechos se ponen duros y duelen al tacto.
Todo lo que debes saber acerca de la congestión mamaria
En general, las madres pueden percibir que algo no anda bien porque sus senos se inflaman y están sensibles. Transcurridos unos días del parto, esa «llenura de la mama» suele derivar en la llamada congestión mamaria.
Este fenómeno se da en la semana siguiente al nacimiento del bebé, y el peligro subyacente es que el diagnóstico empeore a una mastitis. Ésta es descrita como el exceso de leche materna en los senos por falta de extracción, y obliga a las mujeres a utilizar extractores artificiales para reducir la presión de la leche que producen los pechos.
Excepcionalmente, la congestión mamaria podría afectar a una mujer que lleva ya varios meses amamantando. Casos como los de un destete a corta edad o del fallecimiento del bebé pueden generarla tras un año o más.
Otros síntomas de la congestión mamaria
Más allá de la sintomatología citada, hay otros indicios que vale la pena mencionar para detectar este trastorno. Una de las señales inequívocas de la congestión mamaria es la tirantez y sensación de calor en esa zona.
Hay mujeres que experimentan fiebre y dolores musculares a lo largo de los primeros días de la lactancia. Inmediatamente hay que consultar al médico de confianza, aunque no es necesario dejar de amamantar.
¿Cómo se trata? ¿Puede prevenirse?
La terapia para la congestión mamaria está sujeto a si la madre seguirá amamantando o ha dejado de hacerlo. Mientras siga, se le suministrarán fármacos y se le recomendará aplicarse compresas frías. Suponiendo que haya dejado de hacerlo, los medicamentos cambian, enfocándose en reducir el dolor.
Respecto de la prevención, se aconseja realizar extracciones de leche habitualmente, aún cuando el bebé no coma. Los sacaleches son muy efectivos en este sentido y pueden ayudar a impedir que los senos se llenen sin motivo.
Ante cualquier problema, es vital consultar al médico y así poder mitigar este problema desde el inicio.
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