¿Cómo mejorar el déficit de atención en niñas y adolescentes, desde la perspectiva de género?

Se ha presentado en Madrid el capítulo correspondiente al Abordaje del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) desde una perspectiva de género del Libro Blanco sobre Salud y Género en España publicado por el Observatorio de Salud (ODS) y Estudio de Comunicación con la colaboración de Takeda que revela los desafíos pendientes en el diagnóstico y tratamiento de niñas y mujeres afectadas. En el acto intervinieron la Dra. María Jesús Mardomingo, profesora de psiquiatría infantil en la Universidad Complutense de Madrid y coautora de este trabajo y el Dr. Miguel Casas, catedrático de Psiquiatría Honorario de la Universidad Autónoma de Barcelona, director del Programa ‘SJD MIND Escuelas’ del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y también coautor del documento.

A pesar de que el TDAH es más prevalente en niños, especialmente en edades tempranas, los expertos señalan que las diferencias de género se reducen con la edad. Sin embargo, la falta de detección temprana y los estigmas sociales hacen que las mujeres con TDAH enfrenten obstáculos particulares en su diagnóstico y atención sanitaria.

En su primera intervención la Dra. María Jesús Mardomingo, explicó: «Se trata de un libro único por su planteamiento y características y era necesario para entender cómo enferman las mujeres y los hombres y cómo hay que actuar. El abordarlo desde esta perspectiva de género ayuda que los síntomas en las mujeres se detecten antes y mejor».

Perspectiva de género

El mayor reto al que se enfrentan las niñas y mujeres con TDAH es de obtener un diagnóstico correcto y temprano, algo que no sucede con los pacientes de sexo masculino. Aunque los datos del informe revelan que El TDAH es de 2 a 2,5 veces más prevalente en los chicos que en las chicas, sin embargo, esta diferencia disminuye con la edad y tiende a equilibrarse. «La perspectiva de género es un concepto relativamente nuevo que surge dentro del movimiento feminista y que tiene especial sentido en el TDAH, una entidad en la que las características clínicas, el diagnóstico y la evolución muestran diferencias entre los hombres y las mujeres», declaró la doctora Mardomingo.

Normalmente, las dificultades de atención y concentración y la sintomatología ansiosa y depresiva más propia de las niñas son menos evidentes y, por tanto, menos propensos a ser detectados. En los chicos, los síntomas hiperactivos e impulsivos más comunes se han relacionado con tasas de detección más altas. Estas diferencias pueden llevar a la percepción errónea de que las mujeres están menos afectadas por el TDAH.

En cuanto a su curación, la profesora afirmó: «Cuando esta patología no deriva en un trastorno crónico es posible curar el TDAH y en los chicos la curación es más frecuente. En las mujeres, los cuadros clínicos tienden más a persistir y su curación dependen más de la gravedad, el diagnóstico precoz y de la adherencia a los tratamientos».

TDAH en mujeres adultas

El TDAH en la mujer es una patología compleja, grave, infradiagnosticada y, por lo tanto, escasamente tratada, a pesar de su alta prevalencia en la población general. Además, están muy mediatizados por las conductas compensatorias que habitualmente desarrollan las pacientes en el intento de agradar y adaptarse a los requerimientos normativos que se les exigen desde su entrono más cercano.  Para la doctora Mardomingo, esta perspectiva de género platea todavía más polémica sobre la pregunta clave de en qué medida las diferencias se deben a la biología y en qué medida a las determinaciones sociales que se les han inoculado a las mujeres.

En su intervención, el Dr. Miguel Casas afirmó: «Aún hay muchos psicólogos y psiquiatras que no reconocen y no trabajan con adultos con TDAH y esto en el caso de la mujer se multiplica ya que la mayoría de estas mujeres no tienen una sintomatología muy ‘aparatosa’ por lo que continúan sin diagnóstico». Y se suma a las consideraciones hechas por su colega: «Hay que sumar otros condicionantes específicos que comporta el sexo y el género femenino, ya sean estos de carácter biológico, de presentación clínica o el resultado de prejuicios y estigmas de base sociocultural que dificultan, más si cabe, un correcto abordaje diagnóstico y terapéutico del TDAH en la mujer», subrayó el doctor.

Ambos expertos coinciden en que resulta necesario entender el TDAH desde esta perspectiva de género para mejorar la atención en niñas, adolescentes y mujeres adultas; concienciar sobre la existencia de este trastorno; reducir el rechazo, el estigma y la discriminación de las pacientes; además de favorecer la detección precoz, avanzar en la investigación y personalizar el diagnóstico y tratamiento del TDAH. Es imprescindible mejorar la calidad de la atención sanitaria y favorecer el acceso de los profesionales de la salud mental a cursos de formación específicos a fin de evitar el exceso de diagnósticos en los niños y el déficit de diagnósticos en las niñas.