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¿Cómo detectar las intolerancias alimentarias?

Unos dos millones de españoles son alérgicos a algunos alimentos o padecen algún tipo de intolerancia alimentaria

Suelen manifestarse por la presencia de síntomas digestivos desagradables

¿Sabes distinguir entre alergia e intolerancia? Te lo contamos

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Intolerancias alimentarias
Intolerancia a algunos alimentos.

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Tener reacciones físicas a ciertos alimentos es algo bastante común, la mayoría se deben a una intolerancia alimentaria más que a una alergia alimentaria, según publican en la Clínica Mayo. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) estima que entre el 1 y el 3% de la población adulta y entre el 4 y el 6% de los niños sufren una mala reacción a algún tipo de alimento. En su web publican las 14 sustancias (y los productos derivados de las mismas) que causan alergias o intolerancias alimentarias: cereales que contengan gluten o sus variedades híbridas; crustáceos; huevos; pescado; cacahuetes; soja; leche; frutos de cáscara; apio mostaza; granos de sésamo; dióxido de azufre y sulfitos; altramuces y moluscos.

Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), se entiende por intolerancia alimentaria a la presencia de síntomas digestivos desagradables relacionados con la ingesta de algún alimento. Una intolerancia alimentaria puede causar algunos de los signos y síntomas de una alergia alimentaria, por lo que a menudo se confunden pero no son lo mismo.

La alergia alimentaria implica una reacción del sistema inmunitario que ocurre poco después de haber ingerido un alimento determinado. Incluso si se trata de una pequeña cantidad se pueden desencadenar problemas digestivos, urticaria o inflamación de las vías respiratorias. En algunos casos, también puede ocasionar síntomas graves que pueden poner en riesgo la vida, como la anafilaxia. Por el contrario, una intolerancia alimentaria no suele afectar al sistema inmunitario, a menudo afecta solo al sistema digestivo ya que el organismo no puede asimilar correctamente un alimento o uno de sus componentes y causa síntomas mucho menos graves.

Para la alergóloga del comité científico de la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA), la doctora Pilar Cots, lo primero que hay que hacer es «establecer el diagnóstico de hipersensibilidad alimentaria que se consigue mediante la historia clínica y las pruebas científicas disponibles, entre las que destacan las pruebas cutáneas, la determinación de IgE específica y la pruebas de exposición (provocación)».

Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) alrededor del 20% de la población presentará durante su vida una reacción adversa alimentaria. En las últimas tres décadas ha aumentado la preocupación por las alergias alimentarias en las sociedades desarrolladas occidentales. Para la Dra. Cots está claro que «en los últimos años se está produciendo un aumento de la frecuencia de las enfermedades alérgicas (se ha duplicado en los últimos diez años), en el número de ingresos hospitalarios de niños y en la complejidad de estos cuadros».

Por su parte, la Sociedad Española de Médico Generales y de Familia (SEMG), publica que unos dos millones de españoles son alérgicos a algunos alimentos o padecen algún tipo de intolerancia alimentaria, aumentando un 2% el porcentaje de niños afectados cada año. Para la responsable del Grupo de Trabajo de Endocrinología y Nutrición de la SEMG, la doctora Guadalupe Blay, las razones de este incremento se deben: «A la tendencia actual de comer menos verduras, frutas y legumbres, y más alimentos procesados, ricos en grasas y azúcares refinados, ha modificado la flora bacteriana, alterando el sistema inmunitario y las defensas, lo que ha influido en la reacción del organismo ante los agentes alérgenos, debido al desequilibrio interno que sufre. No ayuda tampoco el uso frecuente de colorantes, antioxidantes, conservantes, potenciadores del sabor, emulgentes endulzantes, espesantes y agentes aromáticos».

¿Cómo saber si se tiene intolerancia?

Las intolerancias alimentarias normalmente suelen manifestarse con síntomas digestivos desagradables y variados que aparecen algunas horas después de la ingesta de algún alimento y estos síntomas se repiten cada vez que se ingiere dicho alimento. El problema es determinar qué es lo que sienta mal. En la Universidad de Navarra, recomiendan acudir al médico si se sufre algún tipo de reacción adversa después de comer para determinar si se sufre intolerancia o alergia a algún alimento.

La Dra.Cots explica qué síntomas se sufren ante una alergia o intolerancia ya que «cuando nuestro aparato digestivo se enfrenta a la presencia de un agente perjudicial o nocivo, activa una respuesta que es capaz de originar síntomas como: dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento e incluso malnutrición (si existe malabsorción de proteínas)». Además, la doctora explica que pueden aparecer otro tipo de reacciones no digestivas como puede ser cefalea, pérdida o ganancia de peso, falta de energía o cansancio, entre otros.

La responsable del Grupo de Trabajo de Endocrinología y Nutrición de la SEMG, la doctora Guadalupe Blay, explica que en las intolerancias hay reacciones en todos los tejidos y afirma: «Las intolerancias no se diagnostican o se confunden con otras patologías, o simplemente no se tienen en cuenta, se convive con ellas y con todas sus consecuencias patológicas».

El especialista podrá recomendar medidas para ayudar a la digestión y solicitar las pruebas pertinentes. Las pruebas más habituales suelen ser en la piel o tratarse de análisis de sangre. En algunos casos, se puede recurrir a otro tipo de pruebas para saber si hay intolerancia o no como son biopsias del intestino delgado, análisis de ADN, análisis de heces o test de hidrógeno, que consiste en respirar en un tubo para medir la cantidad de hidrógeno antes y después de haber tomado una determinada sustancia como lactosa o huevo. Si el cuerpo padece la intolerancia, el nivel de hidrógeno será muy elevado porque no se ha descompuesto el alimento de forma adecuada.

El test de intolerancia alimentaria es una técnica de diagnóstico que intenta identificar los alimentos que el sistema digestivo no puede asimilar. Ha surgido un tipo de prueba denominada test de intolerancia alimentaria «masivo», que se vende de forma indiscriminada en Internet o tiendas de nutrición. No obstante, tal y como indica la Dra. Cots, no son fiables ni nada recomendables.

¿Qué causa la intolerancia?

Para la Clínica Mayo, las causas de la intolerancia alimentaria incluyen las siguientes:

  • Ausencia de una enzima necesaria para digerir un alimento por completo: Un ejemplo claro es la intolerancia a la lactosa, los intolerantes tienen déficit de lactasa que es la enzima que digiere la lactosa.
  • Síndrome de colon irritable: Esta afección crónica puede causar calambres, estreñimiento y diarrea.
  • Sensibilidad a aditivos alimentarios: algunas sustancias añadidas pueden desencadenar reacciones, por ejemplo, los sulfitos utilizados para preservar los alimentos enlatados y el vino pueden desencadenar ataques de asma en personas sensibles a los mismos.Un estudio de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz, afirma que existen diversos mecanismos implicados en la aparición de una intolerancia alimentaria: metabólicos, farmacológicos o indeterminados. En función de cada mecanismo existen distintas intolerancias. De las metabólicas, la principal y más conocida, debido a su prevalencia, es la intolerancia a la lactosa que tal y como hemos mencionado es por un déficit de lactasa. Hay otros déficits enzimáticos a nivel intestinal, como el déficit de fructasa o el déficit de sacarasa. De las farmacológicas, las más conocidas son las debidas al déficit de diamino oxidasa (DAO) que produce la intolerancia a la histamina y el déficit de fenilalanina hidroxilasa, que hace ser intolerante a la fenilalanina.

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