Tendencia a la baja

El 77% de los progenitores desconoce cómo reducir el riesgo de muerte súbita del lactante

Lo más recomendable es que el bebé duerma en una cuna o moisés, boca arriba (ni boca abajo ni de lado), sin peluches, almohadas, mantas u otra ropa de cama que pueda representar un riesgo de asfixia o sobre calentamiento

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El estudio se ha realizado entre más de 500 padres.

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El 77 por ciento de las madres y padres desconoce las recomendaciones para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), según concluye una encuesta de Baby Sleep Solutions realizada a más de 500 progenitores, de la que se deriva que buscan la información a través de Internet y no a través de los profesionales sanitarios.

Se trata de un problema que en los últimos años ha mostrado una tendencia a la baja, pero que en 2020 sufrió un ligero repunte, ya que 56 niños y niñas menores de un año murieron en España como consecuencia de esta parada cardiaca repentina, 11 más que en 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Informa EP.

Por ello, el pediatra Fernando Ferreira, cofundador de la consultoría del sueño infantil Baby Sleep Solutions, señala algunas de las claves para garantizar la seguridad del pequeño cuando duerme. «Lo más recomendable es que el bebé duerma en una cuna o moisés, boca arriba (ni boca abajo ni de lado), sin peluches, almohadas, mantas u otra ropa de cama que pueda representar un riesgo de asfixia o sobre calentamiento», detalla.

El lugar más seguro para que el bebé concilie el sueño es una «superficie firme y plana diseñada especialmente para él y que esté cerca de la cama de los padres durante, al menos, el primer semestre de vida». Además, «que el bebé esté cerca de los progenitores durante los primeros meses facilita la lactancia materna, que es uno de los factores protectores contra el SMLS», señala Ferreira.

Tres prácticas que aumentan el riesgo

De hecho, la Asociación Americana de Pediatría (AAP) afirma que «bajo ninguna circunstancia» recomienda compartir la cama. En este sentido, apunta a tres prácticas que aumentan el riesgo de muerte súbita: compartir la cama cuando el estado de alerta de los padres se ve afectado por el cansancio, la medicación o el alcohol; el consumo de tabaco por parte de los progenitores y dormir en una superficie blanda como puede ser un sofá.

Desde la compañía destacan además la importancia de prestar atención a que los bebés no duerman de forma rutinaria en sillas de coche, cochecitos, columpios, hamacas, portabebés, especialmente cuando son menores de cuatro meses. «Por la posición que adopta el bebé al quedarse dormido, existe un riesgo de obstrucción de las vías respiratorias, ya que la barbilla cae sobre el pecho tapando las vías de entrada y salida de aire», aclara Ferreira.

Por otro lado, desde la AAP se refieren a los productos que afirman y prometen reducir el riesgo de SMLS y recuerdan que «no hay evidencia de que ninguno de estos dispositivos reduzca el riesgo de muerte súbita del lactante». De hecho, el uso de este tipo de productos «puede proporcionar una falsa sensación de seguridad y que los cuidadores no observen tanto al bebé mientras duerme», alertan.

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