El virus es el socialismo

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“Tiempos de rojos, tiempos de hambre y piojos”. Éste es el viejo y certero adagio de nuestras abuelas que explica a la perfección que, ante la pandemia científica y económica, hasta los suyos han sentido el pavor de un socialista gestionando crisis de toda índole, ya sea la de los 5 millones de parados, la de la mayor crisis migratoria de la historia, o la de los 47 muertos y 2000 heridos dejados por el Coronavirus. Frente a la pandemia, el pánico real de la población es el de estar en manos de un Gobierno abyectamente mentiroso. Si has cambiado 10 veces de versión sobre el favor del mayordomo Ábalos escoltando las maletas clandestinas de Vuitton de una genocida chavista en Barajas, mientes sobre los muertos del Coronavirus que empezaron a caer en febrero. Estamos en manos de un Gobierno que pasea a Fernando Simón, un tipo con una chaqueta roída de lana, voz ridícula, y que vomita descojonado los muertos y los infectados del Coronavirus como si éstos fueran los datos de la EPA o los fachitas de la oposición ajusticiados por el cambio climático.

Los únicos miedo de Sánchez durante estos días han consistido en que el Covid se cepillara su programa económico expansivo para comprar a los separatas y arruinar a la clase media, y en que se cayera el aquelarre feminazi en el que su señora y sus ministras reclamaron, botando como las groupies de Finito de Córdoba, más jarabe democrático “antifa” para las mujeres no socialistas a las que maltratan diariamente. Aristo-feministas enfundadas en guantes de latex moraditos para no infectarse mientras propagaban la pandemia. Hasta Fraga, su perpetuo ministro franquista de “memoria histórica”, tuvo más pelotas bañándose hace más de cuatro décadas en Palomares después del accidente de las cuatro bombas termonucleares.

Frente a la pandemia, el pánico de la mayoría de la población recae sobre un Gobierno cuyo ideal de modelo de respuesta sanitaria ha consistido, hasta la fecha, en de borrar a los pacientes de la lista de espera andaluza, o en de financiar a los racistas catanazis que han convertido los hospitales en centros de votaciones de referéndums ilegales y que mantienen quebrada la Sanidad catalana para destinar el parné a la “construcción nacional.

El puñetero Coronavirus se frota las manos frente a este Gobierno gestor, que es el mismo que sigue buscando los  2 millones de vacunas contra la gripe que compraron por 6 millones de euros y que, después, perdieron en Andalucía. El pánico es por un Gobierno nacional que no ha abierto la boca para solidarizarse con las familias de los dos muertos sepultados en el vertedero peneuvista de Zaldivar.

Ahora sabemos que a Iglesias y su señora les ha alcanzado el Corona porque, al final, la ciencia es implacable contra las mierdas de catequesis bíblico-marxistas. El bichito se ha cargado a la brigada anticapi, antifalocéntrica y antipatriarcal.

Se ha fundido la teoría de Oscar Puente, el alcalde más tonto de España que estos días me auguraba a mí el virus porque había caído Ortega Smith como si la ciencia fuera otro instrumento de ingeniería social antineoliberal.

Lo que realmente acojona es que los paquetes de medidas que este Gobierno de trileros ha anunciado para aliviar a la población afectada por el Coronavirus, han sido diseñados por los “expertos de Sánchez” que, hasta hace cuatro sábados, eran los yernos tontos mantenidos por el suegro y los líderes del club del botellón de la Complutense amamantados durante los últimos 15 años en los pechos de las manifas y bodrios sindicaleros anti imperialistas. Esos, los que dicen que han inventado la Sanidad pública. Los mismos que han convertido a la española en una sociedad blanda frente al virus Chino y al de sus putos complejos haciendo pedagogía de una España diezmadora de las poblaciones de las Américas con la gripe y el sarampión en lugar de hacer lo que realmente logramos: protagonizar una de las mayores hazañas de salud pública de la historia llevándoles la vacunación de la viruela a finales del S. XVIII y principios del S. XIX a lomos de nuestras corbetas. Lo malo es que hoy, en vez de a Balmis, tenemos al virus para acabar con el virus. ¿Qué les da a ustedes más miedo; el Coronavirus o el Socialismo de Sánchez, Iglesias, y Fernando Simón?

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