OPINIÓN

Trump le declara (al fin) la guerra a Soros

Trump le declara (al fin) la guerra a Soros

Uno de los rasgos más llamativo de los últimos (pocos) años es hasta qué punto las teorías de la conspiración han perdido su estigma de decenios. Ahora se diría que al analista de la actualidad le compensa dar por hecho que nada es como parece y que nada importante, al menos en geopolítica, se hace con un mínimo de transparencia o es decidido por quienes se supone. Esto es, en parte, resultado de una cascada de eventos importantes en los que la versión oficial ha resultado ser un bulo, mientras que el bulo mil veces denunciado se revelaba como la explicación real, finalmente vindicada.

También, naturalmente, a que en relaciones internacionales siempre ha sido absurdo pensar que las cosas son como parecen: ni la diplomacia ni los servicios de inteligencia tendrían mucho sentido si fuera así.
Aun así, hasta los conspiranoicos más hardcore deben haberse sorprendido al ver al propio presidente de los Estados Unidos ponerse de su parte frente al Dr. No de todas las grandes conjuras: George Soros.

“George Soros y su maravilloso hijo de la Izquierda Radical deberían ser acusados de asociación para delinquir por su apoyo a Protestas Violentas, y mucho más, a lo largo de toda la Estados Unidos de América”, ha anunciado Trump desde su red social, Truth Social. “No estamos dando tanto margen a esta gente para que respire y sea LIBRE. Soros y su grupo de psicópatas han causado un gran daño a nuestro País. Eso incluye a sus locos amigos de la Costa Oeste. ¡Cuidado, estamos vigilando! Gracias por su atención a este asunto”.

Después de acusar al ex presidente Obama de alta traición (sin, por el momento, consecuencia penal alguna) por su intento de fabricación de la ‘trama rusa’ para acabar con Trump, esta declaración tan directa contra el perejil de todas las salsas geopolíticas parece un sueño realidad que casi (casi) hace perdonar su negativa a publicar la Lista de Epstein.

No es por quitar mérito al presidente, pero si alguna vez ha habido un conspirador indiscreto ese ha sido el multimillonario multinacional. Frente a la imagen del Genio Maligno que se esconde tras una fachada anodina con perfectas coartadas para no ser descubierto, Soros y su particular Spectra, la Open Society, no ha dejado de atribuirse protagonismo en todas las grandes crisis en las que ha participado, empezando por amenazar al Trump del primer mandato que no tendría un segundo y siguiendo por responsabilizarse del Maidán ucraniano que derrocó a Yanukovich.

Detrás de la advertencia de Trump parece estar Arabella Advisors, una “red de dinero oscuro de multimillonarios de izquierda que transforman secretamente a Estados Unidos», según revela en el libro del mismo título Scott Walter, presidente del Capital Research Center (CRC).

Arabella, como la acción del “capital woke” en general, está de capa caída. Ha perdido los millones de Bill Gates (450 desde 2008), según un informe del New York Times. Y, ahora, tiene enfrente, sin disimulo, al propio presidente de la nación más poderosa de la tierra. Supuestamente, Arabella estaría detrás de todas las protestas que se han organizado contra Trump y sus medidas desde que el neoyorquino volvió a la Casa Blanca, y el presidente parece sentirse ya lo bastante fuerte, o está lo bastante harto, como para atacarla de frente.

Con Trump nunca se sabe, y todas estas amenazas de acciones penales podrían quedar en nada, como en nada parecen estar quedando las acusaciones contra la Administración Obama. Podría ser una distracción para que su base se olvide de Epstein, o un mero intento del que se aburra pronto, o que le salga mal, sencillamente. Pero a uno le permite soñar con un encuentro a solas de Trump con Soros en la mansión de este, que le diría mientras acaricia un gato de Angora: “Volvemos a vernos, Sr. Trump”.

Lo último en Opinión

Últimas noticias