Lindezas de la semana
El Gobierno deriva en la Guardia Civil el caso del Tito Berni. El único detenido: el general, pero no Tito. El Congreso no precintó el despacho del ex diputado. Los socios de gobierno no se entienden para la Ley de Seguridad Ciudadana y el minoritario dice que la responsabilidad es del Gobierno, pero el jefe de filas del partido socialista en el Congreso dice que el portavoz de Podemos se pase por las comisiones de trabajo, para hablar con propiedad de la ley mordaza, mientras se echan los trastos públicamente.
Fracaso del Gobierno y sus socios, al quedar sin modificar la ley de Seguridad.
Esquerra y Bildu pactan con socialistas que sólo se investigue lo de la Guardia Civil. El Tito, nada.
La Fiscalía Europea pide al Gobierno contratos en la pandemia y el Gobierno le envía otros.
Trabajadores de Adif, denuncian corrupción.
Altos cargos del Gobierno de la época de Illa imputados por malversación.
El presidente de la Generalidad quiere acelerar y pide «ley de paridad» para enmarcar su referéndum.
Escrivá siempre rechazó subida de las cuotas por estar ya seis puntos por encima de la OCDE, y ya como ministro rechazó posibles alzas.
La subida de las cotizaciones va a afectar al empleo y ese golpe a las cotizaciones sólo cubrirá un tercio del gasto extra de pensiones.
Bruselas dice no a los planes intervencionistas del Gobierno.
El pequeño comercio se desploma y pierde más de 20000 autónomos.
La Generalidad persigue que todo el mundo hable exclusivamente en catalán.
Todo lo anterior, solo algunas lindezas de esta semana.
Es muy, muy, preocupante que un Gobierno se mantenga contra viento y marea, insultándose ya públicamente entre los propios miembros del Gobierno, rivalizando a las claras en posturas irreconciliables y saltándose ya las mínimas normas de la vergüenza y de la decencia. Si todos estos años han sido una perfecta sinrazón, actitud y acción nefastas, y de ataque constante a la lógica, a la Constitución, y al estado de derecho, lo de estas últimas semanas votando en contra unos contra otros en el Congreso y dentro del mismo Gobierno, rechazándose leyes teóricamente acordadas, o denunciándose tropelías como Berni, pero un segundo después acordar encapsularlo. Ya no tiene nombre.
Esto es reírse abiertamente del pueblo español, tras haberlo engañado y mentido constantemente, utilizar los instrumentos democráticos para contravenir diariamente la democracia y permanecer en el poder sin ningún ejercicio digno del mismo.
No existe precedente de tal gallinero descabezado por decirlo suave, pero lo malo es el sufrimiento del pueblo español, de cualquier ideología, que respeta la Constitución y la ley, y que por encima de ello, está absorto, pero sufriendo los caprichos de este desaguisado cada minuto.
No digamos también en el resto de Europa, que ya nos miran con incredulidad y se permiten decir que les expliquemos, además de los destinatarios de los fondos europeos que no se conocen y que de una vez les demos la lista, que también les digamos lo que pasa con los fondos europeos en manos del de las Tito- fotos- Berni. Una auténtica vergüenza que no ocurre en ningún lado y que nos atenaza injustamente a los españoles gracias a un Gobierno que no merecemos.