Soraya les puso una cruz y Sánchez la Gran Cruz

Gran Cruz
Soraya Sáenz de Santamaría les puso una cruz y Pedro Sánchez la Gran Cruz

Más allá de que el Gobierno de Pedro Sánchez  haya aprobado un Real Decreto por el que concede la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, entre otros, al ex vicepresidente Pablo Iglesias por «su servicio a la Corona», lo que no deja de ser un sarcasmo, lo cierto es que está distinción se otorga de manera casi automática a todos aquellos que han sido miembros del Gobierno de España, sin entrar a valorar sus méritos en el ejercicio de su cargo.

Lo sorprendente es que haya sido un Gobierno socialcomunista quien haya concedido la Gran Cruz a ministros que fueron del PP -José Manuel García-Margallo, Luis de Guindos, José Manuel Soria, Alfonso Alonso, Alberto Ruiz-Gallardón, Pedro Morenés o José Ignacio Wert-, inverosímil laguna que se debe al olvido o voluntad expresa de olvidarse -que no es lo mismo- de la que fuera vicepresidenta del Gobierno del PP Soraya Sáenz de Santamaría. Y es que el hecho de que estos ministros no recibieran la distinción en tiempo y forma constituye un agravio incompatible con las formas y modales de una democracia. Es decir, el hecho de que pueda resultar sorprendente que Pablo Iglesias reciba una distinción que premia el «servicio a la Corona» no lo es tanto. Lo pernicioso, en todo caso, es que Iglesias fuera vicepresidente del Gobierno de España, pero ese es otro cantar.  Lo auténticamente sorprendente es que Soraya de Sáenz Santamaría les pusiera una cruz a algunos de sus compañeros para no otorgarles la Gran Cruz.

Por eso, el imperdonable olvido de personas como las anteriormente citadas, postergadas por obra y gracia de Soraya Sáenz de Santamaría, ha quedado reparado sólo a medias, porque su distinción llega con un innecesario e incomprensible retraso. Que un Gobierno como el de Pedro Sánchez haya corregido la intolerable discriminación de Soraya de Sáenz de Santamaría demuestra hasta qué punto la que fuera vicepresidenta premió a unos ministros y castigó a otros. A eso se llama sectarismo.

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