Una persona que no tiene nada que ver con el PSOE

La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, dijo ayer, cuando le preguntaron por la entrada en prisión de su compañero Santos Cerdán, que ese «es un asunto de una persona que no tiene nada que ver con el PSOE». Hace dos semanas Santos Cerdán era secretario de Organización del PSOE, la mano derecha de Pedro Sánchez en el partido, sólo por debajo de él mismo como secretario general y de la presidenta a efectos decorativos, Cristina Narbona. Hace poco más de 4 meses, cuando el empresario Víctor de Aldama acababa de declarar ante el juez Moreno que había pagado comisiones a la mano derecha de la propia ministra de Hacienda, Carlos Moreno, a Koldo, a Ábalos y a Santos Cerdán; María Jesús Montero compareció en el Senado ante la Comisión de investigación del Caso Koldo – PSOE, donde aseguró que «tengo una magnífica relación con el señor Santos Cerdán; pertenecemos ambos a la dirección de mi partido, y más allá de ello tengo una relación personal, de complicidad y de amistad con el señor Santos Cerdán, por el que también pongo la mano en el fuego».
Como por arte de magia, en menos de 5 meses, el secretario de Organización del PSOE ha pasado de ser «el señor Santos Cerdán», a convertirse en «una persona»; y de compañero «de mi partido», a no tener «nada que ver con el PSOE». Al partido de Pedro Sánchez le gustaría poder hacer lo mismo que su camarada Iósif Stalin en la Unión Soviética; cuando ordenaba que sus adversarios políticos desaparecieran de todas las fotografías que se hubieran tomado a su lado. Sin prensa libre que saque a la luz la hemeroteca, los socialistas podrían convencer a muchos votantes de que la corrupción que los tiene enfangados hasta las cejas, en realidad, no tiene nada que ver con ellos. Pero como, a su pesar, aún no han conseguido acabar con quienes nos atrevemos a informar de la verdad, lo único que consigue María Jesús Montero es hacer el ridículo para que nos riamos de ella.
Si Pedro Sánchez hubiera conseguido ya fulminar nuestro estado de derecho y acabar con la prensa independiente, como lleva varios años intentando; el PSOE podría borrar de la hemeroteca el vídeo de su Congreso Federal, celebrado en Sevilla hace sólo 6 meses en el que vemos, puño en alto y cantando La Internacional, a Pedro Sánchez junto a María Jesús Montero y Santos Cerdán, a quien justo acababan de atornillar como secretario de Organización del partido. Retrocediendo sólo un par de años, el PSOE querría también borrar el vídeo de la noche electoral de julio de 2023, cuando subidos a un andamio en Ferraz, esa «persona que no tiene nada que ver con el PSOE» se cogía de la mano, brazos en alto, de Begoña Gómez, María Jesús Montero y el mismo Pedro Sánchez, para celebrar que, pese a haber perdido, el PSOE podría formar Gobierno gracias a las negociaciones del mismo Santos Cerdán con independentistas, proetarras y golpistas.
Y ya puestos a destruir la hemeroteca, el PSOE desearía hacer desaparecer la fotografía tomada en febrero de 2017 en Aldeanueva del Ebro (La Rioja) durante las elecciones primarias del PSOE que ganó Sánchez a Susana Diaz y Patxi López; en la que se ve entera a La Banda del Peugeot integrada por el entonces candidato, Pedro Sánchez junto al ya presidiario Santos Cerdán y sus presuntos cómplices, Koldo García y José Luís Ábalos; acusados todos de pertenecer a una organización criminal, que algunos pueden pensar que sea el PSOE de Sánchez. «Una persona que no tiene nada que ver con el PSOE» podrían ser en breve la imputada Begoña Gómez, el imputado hermano de Sánchez, el imputado delegado de Sánchez en Extremadura, alias Aforeitor, e incluso el imputado fiscal general del sanchismo. Más pronto que tarde todos los presuntos delincuentes que rodean a Sánchez pueden convertirse en esa «persona que no tiene nada que ver con el PSOE», sin que nadie pueda descartar que el imputado llegue a ser el mismo presidente del Gobierno.
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