Sánchez se cae del caballo y ve la luz

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Que este Gobierno va improvisando a medida que la realidad va poniendo en evidencia sus medidas para abaratar el precio de la luz lo demuestra el hecho de que no hace ni quince días  que rechazó bajar el IVA con el argumento de que la propuesta del PP era «cosmética». Es más, Pedro Sánchez pidió a los populares que no «estorbaran».

Lo que ha pasado desde entonces es que el PSOE se ha pegado un trastazo en las urnas andaluzas que le obliga a hacer lo contrario de lo que tenía previsto ante el fracaso del tope al precio del gas y la evidencia de que el recibo sigue subiendo. En definitiva, que este Gobierno socialcomunista es como un pollo sin cabeza, incapaz de resolver el brutal incremento de la inflación. Que Sánchez, por fin, haya visto la luz y aceptado la propuesta de Núñez Feijóo no obedece al hecho de que haya recapacitado, sino a la evidencia de que la calle es un clamor en su contra por su probada insolvencia  e incapacidad en la gestión.

Lo malo es que el anuncio de Sánchez llega demasiado tarde y que el daño a las familias españolas podría haberse amortiguado si la rebaja del IVA se hubiera producido hace meses. En lugar de bajar los impuestos se inventó la milonga de la excepción ibérica, ese plan para topar el precio del gas que, al final, y después de largo tiempo prometiendo que iba a rebajar considerablemente la factura, se ha traducido en que la la luz en lugar de bajar ha subido. El tiro por la culata.

Y ahora, en pleno ataque de impotencia, no ha tenido más remedio que aceptar que bajar impuestos es lo más eficaz para contener el alza de precios. Para ello se ha tenido que dar un porrazo de aupa en las elecciones andaluzas. Y es que está gente sólo ve la luz cuando se da de bruces contra la realidad.

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