Que el domingo no se quede ni un demócrata catalán en casa

Que el domingo no se quede ni un demócrata catalán en casa

Por lo que más quieran, demócratas catalanes, tomen precauciones como lo hacen para ir a la compra, para salir a trabajar quienes aún pueden, para recoger o llevar a los niños al colegio… y vayan a votar.

Por lo que más quieran, no tiren la toalla, no se crean las encuestas que se elaboran y publican para orientar el voto y promover el desestimiento vaticinando de forma interesada que los facinerosos, golpistas y asociados ganarán las elecciones. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, piensen en sus hijos, que merecen una oportunidad. Para que ellos puedan vivir en una sociedad libre y plural seguir ejerciendo el derecho al voto que nosotros conquistamos en 1978, vayan a votar.

Por lo que más quieran, piensen en sus padres, que su sacrificio para construir la sociedad plural y democrática no haya sido en vano y que la herencia que ellos nos dejaron se la podamos traspasar a nuestros hijos. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, no permitan que, por el desestimiento de los buenos, esa gentuza que pacta con terroristas y golpistas el futuro de España gane las elecciones. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, no consientan que les engañe quien aparenta ser moderado y constitucionalista y promovió desde el Gobierno de España una Ley de Educación para excluir la lengua común en la enseñanza, lo que supone robar una herramienta de competitividad esencial para todos pero particularmente para las clases más desfavorecidas; no permitan que les engañe un tipo que impulsó una ley para legalizar que se extienda por toda España el adoctrinamiento y la educación en el odio y en la mentira que son las norma en las autonomías gobernadas por los nacionalistas. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, no permitan con su autoexclusión del proceso democrático que triunfen quienes quieren derogar el orden constitucional, quienes desprestigian las instituciones, quienes conspiran contra el Estado. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, movilícense para que no ganen quienes recrudecen sus ataques contra la Jefatura del Estado porque saben que esa institución y quien la encarna –el Rey Felipe VI, a quien declararon la guerra tras su memorable discurso del 3 de octubre de 2017- constituye una enorme dificultad para que sus planes involucionistas tengan éxito. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, no desprecien la fuerza y el valor de cada uno de sus votos. Ser ciudadano significa tener derechos y también asumir deberes. Y uno de los deberes que tenemos, sobre todo en momentos cruciales como este, es defender las instituciones democráticas. Tardamos muchos años en poder ejercer el derecho a elegir a nuestros representantes; por favor, no lo olviden. No deleguen en los malos, en los usurpadores, en los enemigos de la democracia, porque todos ellos están movilizados y todos ellos irán a las urnas y utilizarán el proceso democrático para robarnos la democracia. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, no consientan que quienes han arruinado la vida y la convivencia entre catalanes sigan mandando en esa comunidad. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, no se dejen engañar por un candidato que aparenta moderación y tiene ya el pacto suscrito con los eternos enemigos de la democracia, los que hicieron presidente a Sánchez para que él le nombrara después ministro y ahora candidato. Vayan a votar.

Por favor, no se dejen engañar por ese falso cinturón sanitario que aparentan haber acordado los independentistas. Es todo un juego de trileros, un engañabobos, como lo fue la promesa de Sánchez de que no pactaría con Iglesias. Déjense guiar por los hechos, no se fíen de quienes ya han demostrado que no son de fiar. ¿Acaso no son Illa y cía. quienes han creado el clima para que un terrorista y un golpista hagan mítines durante la campaña? Vayan a votar.

Por lo que más quieran, no pierdan de vista que esto no va de derechas versus izquierdas. Que esto va de democracia frente a totalitarismo; que esto va de igualdad y libertades frente a sectarismo, de unidad entre demócratas frente a quienes promueven la ruptura de la convivencia entre españoles. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, no renuncien a ejercer sus derechos como ciudadanos españoles, no permitan que les arrebaten el derecho al voto que conquistamos con la Constitución del 78.

Aunque las elecciones estén amañadas desde origen, aunque no se den todas las condiciones democráticas exigibles, piensen que la consecuencia de quedarse en casa dará el triunfo a quienes las convocaron en este momento. He vivido muchas elecciones en el País Vasco en las que los demócratas éramos acosados por los enemigos de la democracia; y sé, por experiencia, que quedarse en casa no es la solución. Vayan a votar.

Por lo que más quieran, recuerden que voto a voto los demócratas pueden dar el sorpasso a quienes llevan años destruyendo la convivencia entre catalanes y entre y con el conjunto de los españoles. Ciudadanos libres de Cataluña, ayúdense unos a otros, sumen demócratas frente a totalitarios, no piensen en las siglas, elijan la que más les guste o la que menos les disguste del bloque constitucionalista –del que se autoexcluyó el PSC el mismo día que trabó sus alianzas con los golpistas y terroristas- y vayan a votar.

Por lo que más quieran, no renuncien a ejercer su derecho de ciudadanía, su libre albedrío, no se rindan por anticipado. Por lo que más quieran, tomen precauciones sanitarias y también democráticas. Pónganse la mascarilla y, por favor, vayan a votar.

Siempre llega un momento en la vida en el que hay que implicarse, en el que no cabe comportarse como idiotés, ese vocablo que, como suele recordarnos Fernando Savater, utilizaban los antiguos griegos para señalar a quien no se metía en política y terminaba manipulado por todos. (…) Hemos de elegir entre la Constitución o el caos, entre la democracia o el despotismo”. Este es un párrafo de mi último libro, La Demolición. Eso es lo que está en juego este domingo en Cataluña. Así que, por lo que más quieran, no sean idiotés y vayan a votar.

 

Lo último en Opinión

Últimas noticias