La chiquita piconera
![Olona](https://okdiario.com/img/2022/06/20/opinion-carla-de-la-la-interior-17-655x368.jpg)
Yo no encuentro mucho memorable en las elecciones de Andalucía, solo una previsible perpetuación de los valores y los poderes de siempre, donde las mujeres como de costumbre no han sido valoradas al mismo nivel a pesar de la simetría en número de candidatas y la apariencia.
En este contexto, no me extraña que Olona, Rodríguez y las demás no hayan conseguido los resultados que deseaban, independientemente de los que, por su parte, ha obtenido Juanma Moreno, cuyos defectos, a la vista de todes, no se toman en cuenta, ni puntúan contra él.
El presidente de la Junta de Andalucía no aporta mucho nuevo, salvo unos toquecitos del mismo perfume amaderado que exhala Feijóo; esa conocida, suave y masculina fragancia… ¡Eau de Rajoy!. Y no digo fresquita (algo deseable en los calores de la política actual y también en los rigores veraniegos) porque Varón Dandy lo es más, pero tienen en común, al menos la costumbre, ese aroma conocido, perenne, infinito que no irrita el común de las pituitarias.
¿Un cambio en Andalucía? Me río yo de estos candores… Queridos amigos, cambio ninguno, mientras nos gobiernen los sucesivos clones varoniles y peperos (o sus homólogos), más de lo mismo.
¿El fin del sanchismo? En cuanto a esto, no les diría ni que sí ni que no, porque francamente, no es importante. Los Sánchez son muchos, no solo Pedro, igual que de Rajoys tenemos un ejército de soldaditos plomizos (semejantes de frente, equivalentes de espaldas y afines de costado).
Lo que sí me resultaría un cambio significativo y un avance para brindar desaforados y soplar matasuegras sería una recepción distinta del discurso político de las candidatas y de sus mensajes no verbales, que tanto confunden y desagradan al electorado multicolor.
Porque en este mundo pacato y temeroso lo femenino, la estética, el sentir, el pensamiento y la emoción femeninos todavía no se consideran acordes a las responsabilidades de ciertos puestos. Y lo peor, que no nos damos cuenta. ¿Qué les parece más dañino, el machismo nazi o el machismo del tarugo?
En cuanto a los hombres, ¡cuánto la tienen que cagar para que se les expulse o reconvenga!. Si no descuartizan bebés en una plaza y se beben su sangre para eructar después, todo lo que hagan, por mediocre o innecesario que sea se tiene por celebrable.
Las mujeres en puestos de dirección, política o cultura tenemos que improvisar un rol brillante cada día. Mantenernos en equilibrio sin escorarnos a la derecha o a la izquierda, hacia nuestra feminidad (porque seremos castigadas), ni a conductas hombrunas (que son las que funcionan si una mujer quiere llegar al puesto) para no traicionarnos a nosotras mismas.
Macarena Olona ha pinchado en Andalucía y no me extraña. A mí tampoco me ha encantado rizándose las patillas de flamenca con saliva y revestida de todos los tópicos folk. Tengo que decir que el sentido del espectáculo de Vox es de lo mejorcito (mayor que el de los Stones) que hemos tenido.
Pero, tristemente para ella, se le ha caído la manzana del árbol de la política andaluza, esa que cogió, mordió y que no se ha creído ni ella. Por momentos la he encontrado muy cursi ( y ¡ay! lo auténtico, lo que tiene verdad, jamás es cursi).
¿Conocen algún gitano o alguna letra o composición gitana que sea cursi? Eso sí, muy guapa (y un poco ridícula) y muy musa de Julio Romero de Torres. El problema, amiga Olona, es que ser musa es una mierda; una posición pasiva que además de incomodísima, significa capitular antes de la pelea.
¿Creen que alguna de nuestras políticas llegará a la Presidencia del gobierno? ¿Llegará a la política española alguna mujer tan certera como para atinar en la diana de nuestras contradictorias exigencias de liderazgo? ¿Será tan resistente, granítica, tan bárbara, tan prodigiosa y tan engendro como para quedarse?
La presidenta de España tendrá que estar loca, pero desarrollar un programa consistente, tendrá que reírse de todos a hurtadillas y coserse la sombra para que no se le marche, ser sincera y honesta para poder engañarnos a todos…
A ver cuando pasamos, hermanitas, de posar a coger el pincel y pintar el cuadro.