El odio de Podemos hacia la religión cristiana
El odio que siente Podemos hacia la religión católica, base de la cultura española desde hace milenios, es demencial. Sólo desde ese resentimiento se entiende una decisión tan desafortunada como la que ha tomado el concejal Alberto Jarabo de eliminar la capilla del cementerio de Palma y sustituirla por dos oratorios multiconfesionales. No darle a los creyentes cristianos la posibilidad de que despidan a sus familiares fallecidos desde un templo de su propia fe es una de las mayores canalladas perpetradas en esta legislatura por el bando comunista, y que por supuesto debe ser una de las primeras asignaturas que se corrijan cuando las urnas les echen a patadas del Ayuntamiento de Palma.
Este movimiento, además, supone un guiño evidente hacia otras religiones que sí abraza Podemos sin ningún disimulo, no porque crea en ellas, que le dan absolutamente igual, sino porque está convencido de que mostrándoles su apoyo público constituirán un caladero de futuros votos. No se puede ser más repugnante, pero el votante ya les tiene fichados y se lo demostrará el próximo mes de mayo.
España es un estado aconfesional pero, le guste o no a Podemos, sus raíces son eminentemente católicas y ésta es una afrenta imperdonable. Sobre todo porque había espacio suficiente en el cementerio para mantener la capilla. Están repitiendo paso por paso los patrones que siguieron los comunistas antes de la Guerra Civil con respecto a la religión católica. La hemeroteca está ahí para recordar las múltiples líneas rojas que entonces se cruzaron, y que constituyen un capítulo negro de la historia de España, aunque tanto ellos como sus socios lo pongan todo de su parte para evitar que se difunda lo que en realidad sucedió. Pero es muy simple. Basta con escribir en Google la frase «chorizo de monja». Lo que aparece es espeluznante. Pero lo peor es que sucedió realmente.
Ojo porque de esta afrenta no puede salir indemne el PSOE. Podemos no tiene capacidad para llevar esto adelante si no es con el respaldo del PSOE, que sin ninguna duda se lo dará porque Hila no va a poder en peligro ni un solo minuto de su cada vez más corta legislatura, así que, al final, no hay que mirar sólo a Podemos, sino también al PSOE y a todos los que voten a favor de esta aberración.