¡A nosotros tampoco nos gusta que nos tomen por tontos!

¡A nosotros tampoco nos gusta que nos tomen por tontos!

La indignidad con la que en estos días se comporta Pedro Sánchez es tan hiriente (obviamente por ser presidente del Gobierno de España, no por su degradación personal que nos da bastante igual), el espectáculo de zafios engaños y burdas excusas que está protagonizando el sanchismo en pleno es tan insoportable, el papel que obligan a jugar a todos sus polos mediáticos es tan bochornoso, que no se debiera perder la ocasión de denunciarlos y combatirlos. Sin embargo, tampoco debemos dejar de desenmascarar a quien, como el presidente castellano manchego, García-Page, aprovecha todos estos vergonzosos desafueros para, una vez más, desplegar su más artera y sibilina estrategia. Especialmente ahora, en que su jugada está teniendo tanto éxito que los desencantados con el actual (o habitual) PSOE o incluso los opositores políticos o sociales del régimen le ven como aliado. Encarnado como quintacolumnista corajoso, su figura va creciendo a ojos de sus ingenuos paisanos, cuanto mayores son los estropicios del presidente Sánchez; rentabilizando su deriva, de manera que cuántas más barbaridades haga este más destacará él como contrapunto.
Y así, después de cada muestra de indecencia e ignominia que protagoniza el Gobierno, se repite su interpretación con fogonazos de indignación y sintagmas rotundos para rechazar sus excusas: «… soy muy contrario a la decisión del gobierno…», «… no hace falta que me expliquen lo que está pasando…», «… que no nos tomen por tontos…». El pasado septiembre lo calificamos como la rebelión impostada y ahora, que la performance tiene contra respuestas y tiroteos de ambos lados, se parece a un wéstern, pero con los miembros de Pimpinela como protagonistas.

La parte débil del plan es que hay mucha gente que ya ha visto la película y sabe que las balas son de fogueo; si fueran de verdad alguien debería salir malherido, y no que, para nuestra desgracia, todos lucen cada vez más poderosos. Por un lado, García-Page consolida su liderazgo de ese socialismo tipo felipista que el tiempo ha idealizado, de ese socialismo que recibía votos a espuertas, de ese socialismo manchego que en manos de cínicos populistas como José Bono era prácticamente invencible.
Y de igual forma, lo mismo que el sanchismo alimenta el liderazgo de García-Page, aquel se retroalimenta del previsible triunfo de éste en las elecciones autonómicas. Esas victorias regionales mostrarán un PSOE poderoso y, sobre todo, unido. Sí, porque las diferencias y críticas de ahora se tornarán uniformidad y halagos en la campaña electoral del mes de mayo y, por supuesto, en la de las elecciones generales; después de unos meses de (ficticia) oposición llegará la (inquebrantable) adhesión y la petición convencida del voto para el que volverá a ser el amado e indiscutido líder.

En ese momento el toledano ya no mantendrá el pulso, y los «ataques al orden constitucional» o las «concesiones a los delincuentes» no serán tan graves; entonces será cuando realice la pirueta más complicada del ejercicio y cuando cambie la cara de garbanzo por la de cartón piedra.
Así que no te preocupes Emiliano, que nadie te toma por tonto, ni el Gobierno y tus camaradas de partido yonquis del sanchismo que saben que estás jugando tus cartas aparentando apostar contra ellos, ni los que no se dan cuenta de que todo es una representación y aplauden tu actuación. Ni tan siquiera los que te hemos visto ya repetir muchas veces el mismo papel, pero apreciamos los matices que eres capaz de poner en tu fingida indignación. Pero en justa retribución no nos gusta ser nosotros los que quedemos por tontos y parecer que nos creemos que vuestros disparos son con fuego real. Aunque al final de la película alguno yazca en el suelo con un tiro en el corazón y un hilillo de sangre chorreando por la comisura de los labios, antes de los títulos de crédito todos os levantaréis tan tranquilos, os limpiaréis el kétchup, como Johnny Hooker en la secuencia final de El golpe, y os marcharéis juntitos a disfrutar del nuevo botín.

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