Menos sedes y menos EREs

Menos sedes y menos EREs

Algún día, cuando el ciclo político de Unidas Podemos haya concluido –sospechamos que no será en fecha muy lejana–, el escritor o periodista que quiera redactar su historia podrá incluir al final del libro un apéndice titulado Greatest Hits de la incoherencia podemita. El casoplón en Galapagar de Irene y Pablo, el empleado sin alta en la Seguridad Social de Echenique, los 425.000 euros que Monedero no quiso declarar a Hacienda…

El –por el momento– último hit de la lista será la exclusiva que hoy aporta OKDIARIO. Unidas Podemos se hunde electoralmente en un mes, pierde más del 30% de sus representantes públicos y ahora se compra una flamante sede de 2,5 millones de euros a tocateja, después de haber despedido en marzo a una decena de trabajadores -aduciendo problemas económicos– pagándoles 20 días y aplicando a rajatabla la reforma laboral del PP.

Los principales enemigos políticos de Podemos no son ‘la casta’, ni el IBEX35, ni Amancio Ortega ni el sistema de producción económica llamado Capitalismo. No, su principal enemigo son noticias como esta, donde queda reflejado con luz y taquígrafos de la vida pública la incoherencia máxima de sus líderes, que han aprovechado un justísimo sentimiento de indignación ciudadana para jugar a Lenins de pacotilla y de paso medrar en la escala social.

Sin poner de ejemplo en modo alguno a un villano del calibre de Stalin, convendría recordar que antes de asaltar el Palacio de Invierno pasó 14 años en Siberia; tres largos fueron los exilios a los que fue condenado en la no precisamente cálida tundra por los zares. Nuestros posmodernos revolucionarios de la Complutense han tardado menos de un lustro en culminar con éxito una trepidante subida por la pirámide social –eso sí, partiendo desde la zona medida de la tabla– que dejaría pasmado a un cronista de la talla de Balzac.

El marxismo español ha dado a la historia de nuestro país personajes ciertamente cuestionables, pero también seres humanos de gran talla. Por ejemplo, el sindicalista Marcelino Camacho, fundador de Comisiones Obreras, que pasó 9 años en la cárcel de Carabanchel, el barrio donde vivió, luchó y murió hasta que ya muy anciano se mudó con su esposa a la localidad de Majadahonda. Personajes como Iglesias, Monedero o Errejón sería conveniente que se fijaran en ejemplos como este antes de dar lecciones –y encima lecciones éticas– a los demás. Así luego se evitarían tanto ridículo.

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