Ley de Vivienda de Bildu y ERC: cuanto peor, mejor

Ley Vivienda

El principal objetivo declarado tanto por Bildu como por ERC es la independencia de la república vasca y catalana, respectivamente. Toda su estrategia a corto y medio plazo está encaminada siempre en esa dirección y sus actuaciones son juzgadas por sus votantes con esa vara de medir. Tanto Bildu como ERC apoyarán en el Congreso de los Diputados cualquier medida que les ayude a ellos a conseguir la independencia de sus territorios y votarán en contra de todo lo que entiendan que perjudica este objetivo. Es para eso para lo único que están dentro de las instituciones del Estado. En la Ponencia Política aprobada en su II Congreso en abril de 2021, EH Bildu expresa claramente las oportunidades que para ellos representan las crisis económicas de 2008 y la provocada por el COVID-19, unido al proceso independentista catalán y a la debilidad del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Lo explican así: «las crisis y contradicciones que vive el régimen tenderán a acentuarse, abriendo escenarios de riesgo, pero a la vez de oportunidad».

El general, estratega militar y filósofo chino Sun Tzu, en su obra El arte de la guerra, lo explica así: «La suprema excelencia consiste en romper la resistencia del enemigo sin luchar». O, dicho de otra manera que todos hemos escuchado cientos de veces: cuanto peor, mejor. Ése es el único razonamiento lógico que hay que aplicar a todas las reformas que el Gobierno socialcomunista ha logrado sacar adelante gracias a los votos de Bildu y de ERC. Así que, si como está previsto, la nueva Ley de Vivienda va a ser aprobada en el Congreso con el voto a favor del PSOE, Podemos, ERC y Bildu, es porque los partidos independentistas piensan que las medidas que contiene profundizarán la crisis que sufrimos en España y, por lo tanto, beneficiarán su objetivo de conseguir la independencia.

Coinciden todos los expertos. La exposición de motivos de la ley fija como sus objetivos establecer una regulación homogénea y dotar de instrumentos para impulsar una oferta asequible de vivienda a la población; pero su articulado va encaminado a conseguir justo todo lo contrario. Se establecen controles artificiales sobre los alquileres y se dilatan los procesos judiciales en los desahucios, de forma que se desincentiva la inversión en inmuebles lo que provocará una reducción de la oferta de alquileres de vivienda y consecuentemente una subida de sus precios. Algo que empíricamente está sobradamente demostrado que ha ocurrido exactamente así en todos los lugares de nuestro entorno en los que se ha aprobado una legislación similar, como París, Berlín o incluso Barcelona.

Las medidas que son realmente eficaces para mejorar el precio de los alquileres son todas aquellas que promueven la ampliación de la oferta por dos caminos, en primer lugar, incentivando la inversión en viviendas para alquilar, tanto por parte de pequeños ahorradores como por empresas inmobiliarias; pero también garantizando la seguridad jurídica del derecho a la propiedad de esos inversores grandes o pequeños. Y lo que va a conseguir esta Ley de Vivienda aprobada por Bildu y ERC es justo lo contrario, porque todas sus medidas van dirigidas a atacar a los propietarios limitando sus derechos. La nueva ley, además de limitar la actualización de las rentas, carga de burocracia el procedimiento de desahucio exigiendo numerosas obligaciones a los propietarios y obligando incluso a informar a los okupas de las subvenciones que les corresponden en el caso de que sean desahuciados. La estrategia de Bildu y ERC es clara porque ellos son transparentes. La Ley de Vivienda destrozará el mercado inmobiliario, dificultará el acceso a la vivienda, favorecerá a los okupas y todo esto acrecentará el malestar social y profundizará la crisis en España, lo que beneficiará su camino hacia la independencia; por eso ellos la votan.

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